El Padre Obispo Carlos José Tissera comparte con la Diócesis de Quilmes los nuevos destinos pastorales de sacerdotes, que se harán efectivos en febrero de 2024

El Presbítero Marcelo Alejandro Ciaramella ha sido nombrado párroco de Virgen de la Divina Providencia (El Callao Nº 1692, Barrio Martín Fierro, Florencio Varela) del Decanato Florencio Varela.

Y el Presbítero Alfredo Ariel Aguilera ha sido designado administrador parroquial de Santa Rosa de Lima (Gutiérrez esq. Palma de Mallorca, Quilmes Oeste) del Decanato Quilmes Oeste II. El Padre Ariel, además, continuará animando la comunidad parroquial de San Martín de Tours.

El Padre Obispo Tissera, junto con el Padre Obispo Eduardo Redondo, agradece la disponibilidad de estos hermanos e invita a la comunidad diocesana a rezar por sus nuevas misiones y por las comunidades que los reciben.

HOMILIA MISA DE ORDENACIÓN SACERDOTAL

LUCAS CHIAPPE
Sábado 25 de noviembre de 2023

Santuario de Dios Padre, Schöenstatt. Florencio Varela
“Permanezcan en mi amor” (Jn. 15, 9)

Hermanas y hermanos; querido Lucas:

Las palabras de Jesús “permanezcan en mi amor” han sonado muy fuertes en tu corazón y en nosotros hoy. En la tarjeta de invitación que nos acercaste, has querido plasmar los grandes amores de tu vida, expresión de ese amor permanente del Señor.

Has elegido para esta Misa preciosos textos que hablan de tu experiencia del amor de Dios.

Escuchamos unos versículos del capítulo 15 del evangelio según san Juan. Jesús se compara con la parra, la vid, de la cual nosotros somos sus ramas. El Padre es el que cuida la vid, podándola y limpiándola para que dé más fruto (15,2). Esa comparación hace que repetidas veces Jesús diga: “¡permanezcan en mí!”. El acento puesto por Jesús está en dar fruto. De la unión con Él depende la fecundidad de nuestra vida. Los discípulos glorifican a Cristo y al Padre cuando permiten que la vida de Cristo dé fruto en sus vidas: “La gloria del Padre está en que den mucho fruto” (Jn. 15, 8). La fecundidad del hombre glorifica al Dios que al crearlo le pidió: “Sé fecundo” (Gn. 1, 28). Y en esta fecundidad tiene mucho que ver la oración: “pidan lo que quieran y lo conseguirán” (Jn. 15, 7)

Nuestra unión con Cristo no es buscada sólo con un fin utilitarista, eficientista; no tiene sólo la finalidad de producir, sino que comporta una relación de diálogo y amor. Con gran ternura Jesús dirá: “Como el Padre me amó, yo también los amé” (Jn. 15, 9) Y continúa: “permanezcan en mi amor” (Jn. 15, 9), precioso versículo que ilustra tu tarjeta.

Si continuáramos leyendo el texto de Juan, veremos cómo Jesús abre su corazón a los discípulos. Al decir del Santo Cura Brochero: “en la última Cena el Corazón de Jesús explotó de amor”. Allí los llama amigos; nos llama amigos. Nos pide lo que puede hacernos felices, lo que nos conviene: que nos amemos. Ese es el fruto que él espera de nosotros, esa es la fecundidad que produce su vida en nuestra vida; y para eso nos ha elegido: “Lo que les mando es que se amen unos a otros” (Jn. 15, 17)

“La fecundidad de la vida no está simplemente en producir, en multiplicar obras, en desgastar energías, en acumular éxitos y sumar planes y proyectos. La fecundidad del hombre está en la intensidad de su amor al hermano. San Maximiliano Kolbe abandonó todos los maravillosos proyectos de su vida por un solo acto de amor a un hermano. Él sabía que ese único acto de amor por el cual él ofrecía su vida en favor de un hermano, valía más que todos sus planes apostólicos, y todo lo que pudiera producir en muchos años de vida. Y sabía que ese acto de amor podía producir mucho más en bien de la humanidad, de un modo misterioso, que todo lo que su mente había planificado”. (Card. Víctor M. Fernández. “San Juan y su mundo”. Ediciones Paulinas. Bs. As. 1992. Pg. 148)

Desde hoy, serás quien presidirá la comunidad de los discípulos misioneros de Jesús, partiendo el Pan de Vida. Por tus gestos y palabras consagrarás el Cuerpo y la Sangre de Cristo para los hermanos. Signo del amor de Dios y alimento del amor fraterno. ¡Misterio de amor!

En esa escuela del amor eucarístico, el Señor, Pan de Vida, te irá formando sacerdote para su pueblo. Dejate amasar por Él y por el pueblo santo de Dios, para ser pan de bondad para “todos, todos, todos”, como insistentemente nos dice el Papa Francisco.

El P. José Kentenich te diría hoy: “Quien quiera conquistar los corazones, debe dar a cambio su propio corazón. ¡En la humildad, por debajo de todos! ¡En el amor, por encima de todos! El amor exige amor recíproco, por eso es incansable en pruebas de amor”. Él también ha dicho: “Mi profesión principal, mi deber principal y mi oración principal, es y seguirá siendo: ¡Amar!

La alegría que hoy tenés, es como la de aquel niño y adolescente que “retozaba” por los campos de Bragado, y de los días felices compartidos con tus amados padres Gloria y Carlos, y con tus queridos hermanos. Tu familia fue la primera y fecunda escuela de amor, donde Jesús te abrazó tiernamente, despertando en vos un sencillo amor a los seres queridos, amigos y compañeros, a la vez que cultivabas un profundo amor a la tierra bendita del campo argentino que te vió crecer.

El texto que elegiste de San Pablo, segunda carta a los Corintios (2 Cor. 12, 7-10) también habla de tu historia de seguimiento de Jesús. Tomado de su mano, has podido experimentar el barro de las miserias humanas, fuera y dentro de la Iglesia, y también tu propio barro. Qué fuerte suena también en vos la palabra: “Tres veces pedí al Señor que me librara, pero él me respondió: ´Te basta mi gracia¨, porque mi poder triunfa en la debilidad”. Y si mal no recuerdo, fueron tres veces (y si no le pego en el palo…) que esa exclamación salió de tu alma como un grito fuerte y confiado, a lo largo de estos años de seguimiento del Señor. La presencia de tus formadores, de tu familia y de la gente del pueblo fueron instrumentos de Dios para que reconocieras la voz del Señor en la historia concreta de tu vida, sin escandalizarte, sin cerrarte en tus ideas o en tus percepciones, sino que escuchaste la Palabra y abrazaste la fragilidad humana, como Jesús lo hizo; así comprendiste lo de Pablo: “Me complazco en mi debilidad… soportada por amor de Cristo; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte”.

Y por eso mismo, elegiste el salmo 115, que dice: “Amo al Señor porque Él escucha el clamor de mis súplicas. Porque inclina su oído hacia mí cuando yo lo invoco”. El Señor te ha escuchado, querido Lucas. Hoy serás Sacerdote para siempre. Todo de Dios y todo de su pueblo. Por eso, también con el salmo decís: “¿Con qué pagaré al Señor, todo el bien que me hizo?”

La mano del Señor te trajo este último tiempo a la casa de la Virgen en Argentina, la Basílica de Luján. La Virgencita es testigo de todo este tiempo valioso de tu vida. Junto a Ella has aprendido a amar, como Ella ama. Has contemplado el amor de María a su pueblo, y has compartido las alegrías y las penas de tantas mujeres y tantos hombres que peregrinan al Santuario para ser cubiertos por el manto de la Madre, abrazados por su ternura y consolados con su presencia. Has ido aprendiendo, más que en los libros, lo que es saborear en el corazón ese gusto de ser pueblo de Dios. Bien decía el Cardenal Pacelli, futuro Papa Pío XII, en 1934: “Cuando subía al camarín de la Virgen de Luján, me parecía estar tocando el alma del pueblo argentino”.

Providencialmente, durante tu tiempo de misión pastoral en Luján, asistirás muy de cerca a la beatificación del Cardenal Eduardo Francisco Pironio. Seguramente has rezado varias veces junto a su tumba. Tengo hermosos recuerdos de él; un verdadero profeta de la esperanza. Me parece muy bueno traer palabras suyas para vos, Lucas, y para todos, claro.

Esto escribía a un sacerdote días antes de su ordenación (1970):

¿Qué puedo decirte ahora? Serás sacerdote: ´el amigo de Dios para los hombres´, el que sabe escuchar con interés, hablar con oportunidad, hacer cotidianamente el camino con los otros. Serás ´la presencia del Señor´ entre tus hermanos: el que sabe revelar a los hombres los secretos del Padre, comunicarles la gracia de su Amor; conducirlos en la Luz y la serenidad hacia la Pascua consumada. Serás el Servidor de Yavé: con el oído y lengua de discípulo para anunciar la Buena Noticia a los de corazón oprimido; sabedor de dolencias para comprender a los que ignoran y yerran; dispuesto siempre a morir para ser alianza de los pueblos y luz de las naciones.

¿Qué puedo desearte? Lo que siempre he deseado para mí:

  • Que seas “hombre de Dios”: que vive siempre en la intimidad gozosa del Padre para comunicar incesantemente a Dios a los demás, en la Palabra, en la Eucaristía, en la simple presencia;
  • Que seas “hombre de la Iglesia”: con una perfecta fidelidad a su misterio, con un inmenso cariño por tu Obispo, (tu superior), con una generosa entrega de servicio a todo el pueblo de Dios que te fuere encomendado.
  • Que seas “hombre de los hombres”: que los sepas comprender e interpretar, que tengas gran capacidad para asumir sus gozos y esperanzas, que les muestres siempre un corazón pobre y bueno de padre, hermano y amigo; que les sepas decir siempre, sin decirlo, qué bueno es Dios y qué lindo es ser sacerdote”.

Acercándose el día de su pascua, acaecida el 5 de febrero de 1998, escribía:

“Pediría al Señor un poco de tiempo no para seguir viviendo, sino para poder escribir cosas breves y sencillas que a mí ahora me parecen simplemente maravillosas… Cómo me gustaría escribir sobre la cruz y el amor del Padre pensando en los jóvenes”. Decía frecuentemente: “Sufro mucho, pero estoy feliz y tranquilo en las manos de un Padre que me ama y en el corazón de María, mi Madre”.

Querido Lucas: hoy estas rodeado de tu familia, amigos, compañeros y miembros de la gran familia de Schöenstatt. Siempre llevanos en tu corazón sacerdotal, para rogar por nosotros. Desde el Cielo, tus seres más queridos te agradecerán que los hagas presentes en tu altar. Que el Señor Jesús resucitado te llene de alegría pascual y seas incansable apóstol de tantos jóvenes que no encuentran un sentido para sus vidas, un motivo para amar con todo su ser.

En este mundo de tensiones y violencias, angustiados por las guerras que hieren de muerte a la humanidad, hoy serás, como sacerdote, un sencillo artesano de la paz. Llamado por Jesús para llevar un mensaje de esperanza y de alegría. La hora actual nos pide generosidad, fortaleza y equilibrio. Seguimos llevando en vasijas de barro el precioso tesoro del sacerdocio de Jesús, mediador entre Dios y los hombres.

“En la pobreza y el silencio virginal de Nuestra Señora encontraremos siempre, los sacerdotes, el camino de la sencilla disponibilidad para ser fieles: ¡Feliz de ti porque has creído! (Lc. 1, 45) (Pironio. “Espiritualidad sacerdotal”. Del libro “Iglesia pueblo de Dios”. Bogotá. 1970. Pg. 81)

+ Carlos José Tissera
Obispo de Quilmes

El domingo 24 de diciembre la Diócesis de Quilmes ofrecerá la cena de Nochebuena para personas que están solas o en situación de calle en su decima primera edición, para que nadie reciba la Navidad solo. Esta cena se dará en la Catedral de Quilmes (Rivadavia 355, Quilmes) y estará animada con el lema «Él nació entre todos y para todos».

Para la preparación de esta actividad se convoca a las personas que quieran sumarse como voluntarios o servidores a la primera reunión que se realizará el viernes 24 de noviembre a las 19.00 en la sede del Departamento de Laicos (DEPLAI) (Calchaquí 1371, Quilmes Oeste, frente a la Parroquia Nuestra Señora de Lourdes).

El calendario de reuniones preparatorias:
– Viernes 24 de noviembre a las 19.00 en la sede del DEPLAI (Calchaquí 1371, Quilmes Oeste, frente a la Parroquia Nuestra Señora de Lourdes)
– Viernes 01 de diciembre a las 19.00 en la sede del DEPLAI
– Miércoles 06 de diciembre a las 19.00 en la sede del DEPLAI
– Viernes 15 de diciembre a las 19.00 en la Iglesia Catedral (Av. Rivadavia 355, Quilmes Centro)
– Viernes 22 de diciembre a las 19.00 en la Iglesia Catedral

Entre otras cosas, se necesitarán juguetes, toallas, utensilios para servir, copas, cubiertos, fuentes y repasadores. También fiambres, snacks, aceitunas, pickles, aderezos, otros alimentos para la entrada; pollo o carnes asadas, ensaladas; confituras, pan dulce; bebidas gaseosas y bebidas para el brindis al llegar la Navidad; elementos para aseo, higiene personal.

Y se puede ayudar con donaciones o con la ayuda para buscar donaciones, con la participación en las reuniones, con la participación en la preparación de la Cena, con el servicio a los invitados en la noche de la cena, o con el transorte para los invitados para el regreso a sus casas luego de la Cena de Nochebuena. 

La Comunidad Siervos de las Bodas del Cordero invita a retiro de Adviento el sábado 02 de diciembre entre las 9.30 y las 16.00 en la Casa de las Hermanas de los Ángeles Custodios (Av. General Mosconi 1262, Quilmes Oeste).

El lema que anima el encuentro es «En Él estaba la Vida, y la vida era la Luz de los hombres» (Jn. 1, 4)

Se trata de un Retiro espiritual, «un tiempo personal para detenernos y permitir que Dios obre en nosotros a través de la Palabra, la oración, la contemplación, el silencio…»

El retiro tiene un costo de 1000 pesos, como ofrenda, no condicionante. Los cupos son limitados y la inscripción se realiza a través del teléfono 11 6481-9150.

Se pide a los participantes que lleven almuerzo a la canasta, anotador y lapicera. También, equipo de mate. Y se recomienda tener repelente para insectos y lona para sentarse en el césped.

Para consultas está disponible el teléfono 11 6481-9150.

El miércoles 29 de noviembre el Padre Obispo Carlos José Tissera conferirá el Acolitado a seis hermanos del Instituto de Formación Diaconal «San Lorenzo Mártir» de la Diócesis de Quilmes: Darío Figueredo Gallardo, César Jorge Oliva, César Ángel Lucio Aranda, Fabián Federico, César Eduardo Nogués y Diego Alejandro López

La celebración será a las 19.00 en la Parroquia Nuestra Señora de Lourdes (Av. Calchaquí 1371, Quilmes Oeste) 

En el camino hacia el diaconado, el Acolitado es el paso previo.

Rezamos por estos hermanos, por la fecundidad de sus servicios, y por las vocaciones.

HOMILIA DE LA MISA DE ORDENACIONES DIACONALES
Iglesia Catedral, lunes 20 de noviembre de 2023


“Quien entre ustedes quiere ser grande,
Que se haga servidor de todos”
 (Mt. 20, 26)

Hermanas y hermanos:

Para la Diócesis de Quilmes hoy es un día de fiesta. Es una fecha de trascendental importancia para la vida de ustedes, queridos hermanos Sergio, Jorge, Daniel, Marcelo, Mauro y Raúl, alegría que comparten con sus esposas e hijos.

“Quien entre ustedes quiere ser grande, que se haga servidor de todos” (Mt. 20, 26), es el lema que ustedes han elegido para sus vidas, tomado del evangelio que se ha proclamado.

El don del Espíritu Santo los fortalecerá para que ayuden al Obispo y al presbiterio, anunciando la Palabra de Dios, actuando como ministros del altar y atendiendo las obras de caridad, como servidores del pueblo de Dios. Como ministros del altar, proclamarán el Evangelio, prepararán el sacrificio de la Eucaristía, y repartirán el Cuerpo y la Sangre del Señor a todos los fieles.

De acuerdo con el mandato recibido del Obispo les corresponde evangelizar en esta sociedad, catequizar a los creyentes. También podrán dirigir las celebraciones litúrgicas, administrar el bautismo, autorizar y bendecir los matrimonios, llevar la comunión a los enfermos y moribundos y presidir las exequias.

Consagrados por la imposición de las manos, practicada desde el tiempo de los apóstoles, y estrechamente unidos al altar, cumplirán el ministerio de la caridad en nombre del Obispo y del párroco.

Con la ayuda de Dios, deberán obrar de tal manera que los reconozcan como discípulos de Aquél que no vino a ser servido sino a servir. Serán ordenados para el servicio, para hacer presente a Jesús que lava los pies de la humanidad hambrienta de fe, de esperanza, de consuelo y misericordia. Lavar los pies cansados de caminar sin rumbo y heridos por la injusticia y el maltrato. Los pies de los pobres y descartados, de los que son despreciados y olvidados. Los pies de los que se han embarrado en tantas miserias humanas, y de los que viven el encierro de la soledad. Son nuestros pies; los que el mismo Jesús quiere lavar con su amor.

Sean hombres alegres y disponibles. Personas que en la comunidad tienden puentes y no levantan muros. Que escuchan antes de hablar. Apasionados por servir a la verdad, con serenidad y dulzura. Despojados de ambiciones de poder y de privilegios. Generosos y comprensivos. Dispuestos a colaborar con las causas justas de los vecinos. Hombres de diálogo con sus fieles, con los sacerdotes y el obispo. Constructores de la unidad y de la paz.

“El camino de la sinodalidad es el camino que Dios espera de la Iglesia del tercer milenio” (Francisco. Discurso en el 50° Aniversario del Sínodo de los Obispos. 17/10/2015)

“En una Iglesia sinodal, los ministros ordenados están llamados a vivir su servicio al Pueblo de Dios con actitudes de cercanía a las personas, de acogida y de escucha a todos y a cultivar una profunda espiritualidad personal y una vida de oración. Sobre todo, están llamados a repensar el ejercicio de la autoridad desde el modelo de Jesús que, “a pesar de su condición divina (…) se rebajó a sí mismo, tomando la condición de esclavo” (Fil 2, 6-7). La Asamblea (del Sínodo) reconoce que muchos presbíteros y diáconos, con su entrega, hacen visible el rostro de Cristo, Buen Pastor y Siervo” (Relación de síntesis del XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, II parte, n. 11)

Todos ustedes han sido llamados por el Señor para ser ministros ordenados para la Iglesia de este tiempo; una Iglesia que definitivamente transita el camino de la sinodalidad para ser los primeros responsables, juntos con todos nosotros, de vivir y servir a la comunión, la misión y la participación en nuestra Iglesia diocesana, unidos al sentir de la Iglesia universal. Es la Iglesia del Concilio Vaticano II que nuestro primer pastor, el Siervo de Dios Padre Obispo Jorge Novak, gestó e implementó a lo largo de su pastoreo en esta Diócesis de Quilmes.

Vivimos tiempos difíciles, como lo decía el sábado en la Misa de la Esperanza. Es preciso fijar la mirada en Jesús, el único Mesías. Repito palabras del futuro beato Cardenal Pironio, que cité: “Los tiempos difíciles exigen hombres fuertes; es decir, que vivan en la firmeza y la perseverancia de la esperanza. Para ello hacen falta hombres pobres y contemplativos, totalmente desposeídos de la seguridad personal para confiar solamente en Dios, con una gran capacidad para descubrir cotidianamente el paso del Señor en la historia y para entregarse con alegría al servicio de los hombres en la constitución de un mundo más fraterno y más cristiano” (Card. Pironio. “Meditación para tiempos difíciles”. Ed. Patria Grande. Pg. 62-63) No se dejen arrancar del corazón la esperanza del Evangelio, al que deben no sólo escuchar, sino además servir. Viviendo el misterio de la fe con alma limpia, muestren en sus obras la palabra que proclaman para que el pueblo cristiano, vivificado por el Espíritu Santo, sea oblación agradable a Dios, y ustedes, en el último día, puedan salir al encuentro del Señor, y oír de Él estas palabras: “Bien, servidor bueno y fiel, entra en el banquete de tu Señor”.

Agradezco a las esposas de ustedes. El matrimonio los ha consagrado para ser signos del Dios que hizo alianza con nosotros. Gracias a ustedes esposas y madres. Gracias a sus hijos. Ellos, que son regalo de Dios, como fruto del amor, los han hecho hombres generosos, cercanos, con amor tierno, fuerte y fiel. Gracias a todos sus hijos. Gracias a las Comunidades de donde proceden. En medio de ellas experimentaron el llamado a este servicio diaconal. Gracias a sus párrocos y acompañantes espirituales. Gracias al Instituto Diaconal “San Lorenzo, diácono y mártir”, a sus formadores. Gracias a los hermanos diáconos que los han acompañado en la formación inicial, y que serán mentores importantes en su formación permanente. ¡Gracias!

La Virgen, mujer fiel y servidora del Señor, los acompañe en su ministerio.

+ Carlos José Tissera
Obispo de Quilmes

HOMILÍA DE LA XXVIII MISA DE LA ESPERANZA
“No apartes tu rostro del pobre” (Tb. 7,4)
Cruce Varela – Sábado 18 de noviembre de 2023

Hermanas y hermanos:

Desde aquel año 1996, convocados por el P. Obispo Jorge Novak, se celebra aquí la Misa de la Esperanza. Desde el año 2017, luego del Año de la Misericordia, unimos esta Misa a la Jornada Mundial de los Pobres, instituida por el Papa Francisco como gesto concreto del amor a los pobres.

Venimos también para dar gracias a Dios por la próxima beatificación de un querido pastor de la Iglesia argentina, que fue nuestro obispo cuando pertenecíamos a Avellaneda, el Cardenal Eduardo Francisco Pironio. Se lo ha llamado “el profeta de la esperanza”.

También hoy nos convoca a rezar el momento actual de la Argentina, donde el pueblo elegirá democráticamente a sus legítimas autoridades nacionales. Rezamos hoy por nuestra querida Patria Argentina.

Venimos a participar de la Eucaristía, memorial perpetuo de la Pascua de Jesús. Él se hizo hombre para hacer presente el amor de Dios a la humanidad, y en su entrega en la Cruz selló su pacto con nosotros. “No hay amor más grande que dar la vida por los amigos” (Jn. 15, 13). El amor es más fuerte que la muerte. Su amor fortalece nuestra esperanza.

En el evangelio hoy hemos escuchado a Jesús contándonos la parábola de los talentos. Los talentos representan la gran riqueza que Jesús nos ha confiado: su Palabra, el proyecto del Reino, la fuerza de su Resurrección y el don del Espíritu Santo. La parábola nos confronta con nuestra vida. ¿Cómo aprovecho ese patrimonio cristiano en mi vida personal y comunitaria? ¿De qué manera compartimos y difundimos este gran regalo de Dios a la humanidad? ¿Cómo los cristianos construimos el Reino de justicia, de verdad, de amor y paz en estos momentos de la humanidad?

El tercer servidor conoce sólo al Dios del miedo y del castigo; no conoce al Dios Padre lleno de misericordia y ternura; tampoco confía en sí mismo.

La esperanza nos libera del miedo, del aislamiento, del egoísmo y la comodidad. La esperanza nos enciende para iluminar en medio de la noche del dolor y de la impotencia; ella nos anima para sostenernos unos a otros y gestar lo nuevo, lo inédito, eso que sólo el amor puede hacer: una nueva humanidad.

“No apartes tu rostro del pobre” (Tb. 7,4) Este lema de la Jornada Mundial de los Pobres, elegido por el Papa Francisco. En su Mensaje para hoy leemos:

“La Jornada Mundial de los Pobres, signo fecundo de la misericordia del Padre, llega por séptima vez para apoyar el camino de nuestras comunidades. Es una cita que la Iglesia va arraigando poco a poco en su pastoral, para descubrir cada vez más el contenido central del Evangelio. Cada día nos comprometemos a acoger a los pobres, pero esto no basta. Un río de pobreza atraviesa nuestras ciudades y se hace cada vez más grande hasta desbordarse; ese río parece arrastrarnos, tanto que el grito de nuestros hermanos y hermanas que piden ayuda, apoyo y solidaridad se hace cada vez más fuerte. Por eso, el domingo anterior a la fiesta de Jesucristo, Rey del Universo, nos reunimos en torno a su Mesa para recibir de Él, una vez más, el don y el compromiso de vivir la pobreza y de servir a los pobres”. (Mensaje de la 7ª Jornada de los pobres)

En la Diócesis de Quilmes estamos haciendo nuestro Camino Sinodal, en consonancia con el que va haciendo la Iglesia de Latinoamérica y de todo el mundo.

“El camino de la sinodalidad es el camino que Dios espera de la Iglesia del tercer milenio” (Francisco. 17/10/2015).

“Caminar juntos –enseña el Papa Francisco– es el camino constitutivo de la Iglesia; la figura que nos permite interpretar la realidad con los ojos y el corazón de Dios; la condición para seguir al Señor Jesús y ser siervos de la vida en este tiempo herido. Respiración y paso sinodal revelan lo que somos y el dinamismo de comunión que anima nuestras decisiones. Solo en este horizonte podemos renovar realmente nuestra pastoral y adecuarla a la misión de la Iglesia en el mundo de hoy; solo así podemos afrontar la complejidad de este tiempo, agradecidos por el recorrido realizado y decididos a continuarlo con parresía (Francisco. 22/05/2017).

“No apartes tu rostro del pobre”

En octubre se realizó en Roma la Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos. Tenemos ya la Relación de Síntesis: “Una Iglesia sinodal en misión”. La primera parte es titulada: “El rostro de la Iglesia universal”. El apartado N° 4 se llama: “Los pobres, protagonistas del camino de la Iglesia”. Los participantes del Sínodo llegaron a varias convergencias en este tema. Dicen:

“A la Iglesia, los pobres le piden amor. Por amor se entiende respeto, acogida y reconocimiento, sin los cuales, proporcionar comida, dinero o servicios sociales representa una forma de asistencia, ciertamente importante, pero que no se hace plenamente cargo de la dignidad de la persona”.

“La opción preferencial por los pobres está implícita en la cristología. Jesús, pobre y humilde, hizo amistad con los pobres, caminó con los pobres, compartió la mesa con los pobres y denunció las causas de la pobreza. Para la Iglesia, la opción por los pobres y los descartados antes que una categoría cultural, sociológica, política o filosófica, es una categoría teológica”.

Hace diez años Francisco nos regaló la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium. Nos dijo a todos los católicos que era un documento programático para estos años de la Iglesia. En su capítulo IV de dicado a la “Dimensión social de la Evangelización”, esto dice sobre los pobres:

“La necesidad de resolver las causas estructurales de la pobreza no puede esperar… Mientras no se resuelvan radicalmente los problemas de los pobres, renunciando a la autonomía absoluta de los mercados y de la especulación financiera, y atacando las causas estructurales de la inequidad, no se resolverán los problemas del mundo y en definitiva ningún problema. La inequidad es raíz de los males sociales”. (EG202)

Escuchamos estas afirmaciones y no podemos menos que decir que nuestro querido Padre Obispo Jorge Novak fue un pastor que se adelantó en su época; fue un verdadero profeta. Esto decía treinta años antes, en 1986, recordando el martirio del obispo Angelelli en su Carta pastoral sobre la opción preferencial por los pobres:

“Cuando nos anima el Espíritu de Cristo, la ´opción preferencial por los pobres´ entraña un servicio tan solidario que llega hasta el martirio, en caso necesario”.

También decía Novak en 1997: “La población tendrá fe, mientras sienta que su Iglesia se juega por los pobres. Mientras haya pastores que arriesgan su vida por el Evangelio y por el pueblo de Dios como los Romeros y los Angelelli. Mientras haya sacerdotes, entresacados del pueblo de Dios y puestos nuevamente a su servicio, compartiendo la pobreza y el peligro, como los Mujica y tantos otros. Mientras haya religiosos y religiosas que siguen al Señor hasta el Calvario, como los Palotinos asesinados en julio de 1976…” (Segundas jornadas “Justicia y Esperanza en la opción por los pobres”, 08/08/1997).

“No apartes tu rostro del pobre”

Hoy damos gracias por la beatificación del Cardenal Pironio. Cuando se creó ésta Diócesis, él ya se encontraba sirviendo en Roma, junto al Papa Pablo VI. Tuvo un vínculo por muchos años con quien fue después el obispo coadjutor de la Diócesis de Quilmes, el Padre Obispo Gerardo Farrell. Se conocían desde la época del Concilio Vaticano II, prestando ambos importantes servicios a la pastoral de las Iglesia en Argentina; muy cercanos a conocidos obispos, como Enrique Angelelli, Vicente Zaspe, Juan José Iriarte, etc.

Para conocer la sencillez y la calidad humana del Cardenal Pironio, tengo unas cartas suyas dirigidas a su amigo el P. Gerardo Farrell. En marzo de 1976 le escribe: “Acabo de enterarme que se te ha muerto un hermano: Santiago. Lo encomiendo al Señor. Pido por ti y toda tu familia. Quiero que me sientas muy cerca de ti en este momento. Pienso que son estos los momentos en que uno se siente más fraternalmente cercano a sus amigos. Por eso, aún en la distancia, quiero reiterarte la sinceridad de mi afecto y la seguridad de mi oración. Quisiera que transmitieras a todos tus familiares mis sentimientos muy fraternos y eclesiales. Para ti mi cariño de siempre, mi disponibilidad para lo que pudiera serte útil” (13/3/1976).

Dos meses después, responde los saludos del P. Gerardo Farrell, con ocasión de su nombramiento de cardenal, a cargo de la Congregación de la Vida religiosa y de los Institutos seculares: “Siento la bondad de Dios y la confianza del Papa. Pero experimento más que nunca mi pobreza y la responsabilidad de esta nueva tarea. Creo que el cardenalato no es una simple dignidad o un premio. Es, sobre todo, la invitación a un servicio que exige más profundidad de oración, mayor configuración con Cristo en la cruz y más alegría en la entrega a mis hermanos. Por eso te ruego me sigas acompañando muy de cerca con tu afecto y oración”. (10/05/1976)

Desde joven me sentí acompañado por la predicación y escritos del Cardenal Pironio, como tantos de mi generación. Conservo la primera edición de su libro: “Meditación para tiempos difíciles”, publicado en diciembre de 1976. En estos tiempos que vivimos los argentinos, que bien nos vienen estas palabras de Pironio:

“Los tiempos difíciles exigen hombres fuertes; es decir, que vivan en la firmeza y la perseverancia de la esperanza. Para ello hacen falta hombres pobres y contemplativos, totalmente desposeídos de la seguridad personal para confiar solamente en Dios, con una gran capacidad para descubrir cotidianamente el paso del Señor en la historia y para entregarse con alegría al servicio de los hombres en la constitución de un mundo más fraterno y más cristiano.

Es decir, hacen falta hombres nuevos, capaces de saborear la cruz y contagiar el gozo de la resurrección, capaces de amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a sí mismo, capaces de experimentar la cercanía de Jesús y de contagiar al mundo la esperanza. Capaces de experimentar que «el Señor está cerca» (Flp. 4,4), y por eso son imperturbablemente alegres, y de gritar a los hombres que «el Señor viene» (1 Cor. 16, 22), y por eso viven en la inquebrantable solidez de la esperanza”. (Card. Pironio. “Meditación para tiempos difíciles”. Ed. Patria Grande. Pg. 62-63)

El Papa Francisco con sus palabras y sus gestos, nos anima cada día a vivir en la esperanza. En estos momentos de decisiones patrióticas, sus enseñanzas nos alientan a construir un país mejor, no sólo con el voto cada tanto, sino con la acción comprometida de todos los días. Hay deseos del Papa Francisco que son nuestros deseos. Así se expresa en su Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium:

“¡Ruego al Señor que nos regale más políticos a quienes les duela de verdad la sociedad, el pueblo, la vida de los pobres! Es imperioso que los gobernantes y los poderes financieros levanten la mirada y amplíen sus perspectivas, que procuren que haya trabajo digno, educación y cuidado de la salud para todos los ciudadanos. ¿Y por qué no acudir a Dios para que inspire sus planes? Estoy convencido de que a partir de una apertura a la trascendencia podría formarse una nueva mentalidad política y económica, que ayudaría a superar la dicotomía absoluta entre la economía y el bien común social”. (EG 205)

En Fratelli Tutti dice: “El aislamiento y la cerrazón en uno mismo o en los propios intereses jamás son el camino para devolver esperanza y obrar una renovación, sino que es la cercanía, la cultura del encuentro. El aislamiento, no; cercanía, sí. Cultura del enfrentamiento, no; cultura del encuentro, sí”. (FT 30)

También allí dice Francisco: “No se debería ignorar ingenuamente que ´la obsesión por un estilo de vida consumista, sobre todo cuando sólo unos pocos puedan sostenerlo, sólo podrá provocar violencia y destrucción recíproca´. El ´sálvese quien pueda´ se traducirá rápidamente en el ´todos contra todos´, y eso será peor que una pandemia”. (FT 36)

“No apartes tu rostro del pobre”

Somos mujeres y hombres de esperanza. La enseñanza de nuestro querido Siervo de Dios Jorge Novak nos alienta a seguir siéndolo, cada día. Esto decía en su última Misa de la Esperanza (2000):

“Hay esperanza porque miles de padres de familia alimentan y aman con ternura a sus hijos. Hay esperanza porque muchos servidores y servidoras organizan comedores, para que niños y ancianos tengan por lo menos una comida al día. Hay esperanza porque muchos voluntarios y voluntarias están junto a la cama de los enfermos, como auxiliares de las familias y de los hospitales. Hay esperanza porque muchos docentes forman con amor el cerebro y el corazón de las nuevas generaciones. Hay esperanza porque quedan todavía funcionarios y profesionales honestos”.

Nos dice Pironio: “María nos acompaña. Ciertamente son momentos duros y difíciles, pero claramente providenciales y fecundos… Sólo hace falta que vivamos en la esperanza; por eso mismo, en la pobreza, la contemplación y la fortaleza del Espíritu. Más concretamente aún, en la humilde, gozosa y total disponibilidad de María, la Virgen fiel, que dijo al Padre que Sí, y cambió la historia. Por eso ahora –alumbrada por el Espíritu y Madre del Salvador- es para nosotros Causa de la alegría y Madre de la Santa Esperanza”. (id. Pag. 68)

+ Carlos José Tissera
Obispo de Quilmes

El jueves 07 de diciembre, en la víspera del feriado por el día de la Inmaculada Concepción, Guido Lautaro Belloni será ordenado sacerdote, mientras que Ernesto Joaquín García será ordenado diácono camino al sacerdocio, por la oración y la imposición de manos del Padre Obispo Carlos José Tissera.

La misa será a las 19.00 en la Iglesia Catedral (Rivadavia 355, Quilmes Centro). Y será transmitida en vivo por Youtube.com/DiocesisQuilmesOficial.

El lema de ordenación que eligió Lautaro es «Apacienta a mis ovejas» (Jn. 21, 17). Y el de Joaquín, «Somos simples servidores» (Lc. 17, 10). 

La primera misa del Padre Lautaro será el sábado 09 de diciembre a las 19.00 h en la Parroquia Santa María (Calle 159 Nº 5335 esquina 53, Hudson).

Rezamos por la preparación de estos hermanos formados en el seminario diocesano «María Reina de los Apóstoles» y por las vocaciones.

El sábado 18 de noviembre la Diócesis de Quilmes celebrará la XXVIII Misa de la Esperanza con el lema “No apartes tu rostro del pobre” (Tob. 4, 7) junto con la VII Jornada Mundial de los Pobres propuesta por el Papa Francisco. Será a las 19.00 en el Cruce Varela, con la presencia del Padre Obispo Carlos José Tissera y del Padre Obispo Eduardo Gonzalo Redondo. 

Ese día a partir de las 16.30 se llevará adelante la Expo-feria en Camino sinodal «donde decenas de stand harán visible  su compromiso expresado en el lema de este año», «con la posibilidad de Mostrarnos, Reconocernos y Encontrarnos»

Compartimos la invitación a esta fiesta característica de nuestra diócesis:

La Vicaria de Educación de la Diócesis de Quilmes presenta la oferta académica de los Institutos Terciarios diocesanos para el Ciclo Lectivo 2024.

Con bonificaciones de hasta el 50% en la matrícula y cuotas anuales de los ingresantes a 1er año provenientes de escuelas secundarias diocesanas, instituciones del Obispado y CENs, empleados de los municipios y bomberos voluntarios de Quilmes, Berazategui y Florencio Varela y familiares directos, y para agentes pastorales.

El detalle de las carreras y descuentos se encuentra en https://obisquil.org.ar/institutos-terciarios/