La Diócesis de Quilmes es el territorio de la Iglesia católica que comprende los partidos de Quilmes, Berazategui y Florencio Varela, en la provincia de Buenos Aires. Con una superficie de 532 km2, y una población 1.325.045 habitantes (según datos del Censo 2010), de los que se estima que un 80% son católicos.
Su catedral, dedicada a la Inmaculada Concepción, está ubicada en Quilmes. Es uno de los templos más antiguos del sur de Buenos Aires. Los patronos de la diócesis son la Inmaculada Concepción (8 de diciembre) y la Exaltación de la Santa Cruz (14 de septiembre).
En su territorio hay 80 parroquias, 210 capillas y 48 casas de religiosos y religiosas. Y funcionan 109 escuelas católicas de los niveles inicial, primario, secundario, terciario y de educación de adultos.
La diócesis fue creada el 19 de junio de 1976 por el papa Pablo VI por la Bula Ut Spirituali: Christifidelium utilitati. Su primer obispo, que asumió el 19 de septiembre de ese año, fue el Siervo de Dios Jorge Novak. Estuvo acompañado un breve tiempo (1997-2000) por el Obispo Coadjutor Gerardo Tomás Farrell, hasta su fallecimiento. A Novak -que falleció en 2001- lo sucedió el Padre Obispo Luis Teodorico Stöckler que renunció al cumplir el límite de edad de 75 años en 2011.
El Obispo actual es Carlos José Tissera, que inició su ministerio pastoral el 17 de diciembre de 2011. Lo acompañó como Obispo Auxiliar Marcelo Julián (Maxi) Margni desde el 16 de marzo de 2018 hasta el 07 de agosto de 2021, cuando fue electo Obispo de Avellaneda-Lanús.
La Diócesis Integra la provincia eclesiástica que tiene como sede metropolitana a la Arquidiócesis de Buenos Aires.
Se trata de una joven diócesis que nació con el impulso y la creatividad del Concilio Vaticano II y el empuje y la fuerza del Siervo de Dios Jorge Novak.
Cauces fundacionales de la Diócesis de Quilmes
De un modo u otro todas las comunidades transitan los cuatro núcleos en los que se reconoce el paso del Espíritu: la opción preferencial por los pobres, la misión, la defensa de los derechos humanos y la unidad de los cristianos.
Son los caminos por los que el Espíritu ha conducido a la Diócesis de Quilmes, que nació escuchando el Evangelio y la historia concreta de la gente de sus barrios y comunidades.
Se les dice “cauces” porque hacen alusión al espacio que contiene y hace andar al río, y que están llenos de vida por el paso del agua. Y por acción del Espíritu las comunidades han vivido y viven esta forma de testimoniar el Evangelio.
El Padre Obispo Novak los llamaba los “cauces de identidad fundacional”