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Disolver el odio

«Invoquemos el Espíritu de amor y de paz, para que abra las fronteras, abata los muros, disuelva el odio y nos ayude a vivir como hijos del único Padre que está en el cielo».

León XIV,  8 de junio de 2025, Solemnidad de Pentecostés

Recientemente, nuestra Conferencia Episcopal Argentina se ha expresado sobre dos problemáticas emergentes que hablan de la gravedad del momento histórico que atravesamos en nuestra querida Patria: la solidaridad con los trabajadores y trabajadoras del Hospital Garrahan, por un lado. ¡Qué paradoja!, trabajadores de la salud: héroes y mártires de la pandemia, hoy precarizados laboralmente. Y por otro, la advertencia sobre un creciente clima de hostilidad hacia nuestros hermanos y hermanas migrantes. Ambos hechos constituyen serias alarmas frente a un sistema que alienta la concentración de la riqueza y la exclusión de una vida digna a una muchedumbre creciente (cf. EG, 54). 

Si sumamos a este “clima” la persecución a dirigentes políticos y sociales, con detenciones sin orden judicial o con la proscripción, con juicios viciados en su legitimidad por la falta de claridad en sus procesos, nos presenta un panorama más que preocupante.

Llamamos a la reflexión frente al creciente clima de hostigamiento estatal hacia las disidencias sociales y políticas, como en el caso reiterado de la represión a los jubilados y a dirigentes políticos y sociales. Pedimos que cesen las expresiones de violencia política, que nos traen recuerdos de heridas todavía abiertas en nuestro pueblo argentino y que  en muchos casos aún esperan verdad y justicia.

Reclamamos la observancia de la ley 25.871, reafirmando un modelo migratorio que combine legalidad, inclusión y derecho «para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino: invocando la protección de Dios, fuente de toda razón y justicia», tal como señala el preámbulo de la Constitución Nacional.

Esperamos del Poder Judicial honestidad e independencia en las acciones necesarias para traer justicia y paz a nuestra Nación Argentina. Y no subordinado a poderosos grupos empresariales o de corporaciones cuyos intereses están alejados del bien de nuestro pueblo. 

Además, el ausentismo creciente en las últimas elecciones de “medio término” da cuenta de un descrédito del sistema democrático para garantizar una vida más humana a nuestras familias. El descrédito de la política allana los caminos al imperio de los negocios más vergonzosos del poder concentrado y al avance indiscriminado de quienes se siguen enriqueciendo inescrupulosamente a costa del dolor de la población más frágil. Necesitamos fortalecer nuestra democracia y ennoblecer el ejercicio de la política.

Creyentes del Dios de la Vida seguiremos buscando ser testigos fieles, apasionados por el proyecto del Reino; donde Dios, Padre y Madre de la humanidad, hermanas y hermanos en un mundo donde los más frágiles, los más pobres, sean los primeros al sentarse a la mesa de la esperanza, del amor y de la vida.


Departamento de Pastoral Social 
Departamento de Justicia y Paz 

Vicaría de la Solidaridad
Diócesis de Quilmes

Quilmes, 11 de junio de 2025

“¡Les ordeno en nombre de Dios: cese la represión!”
San Romero de América

Queremos expresar nuestro más profundo repudio a la represión de las fuerzas de seguridad ejercidas sobre la multitud que ayer se reunió para acompañar el reclamo legítimo de nuestros jubilados y jubiladas frente al Congreso de la Nación.

Ciertamente no es éste el camino, la violencia no es el camino. Sumar a la violencia de la injusticia, la de la represión es una ecuación que ya conocemos por sus tremendos frutos de muerte.

“Cuando la sociedad abandona en la periferia una parte de sí misma, no habrá programas políticos ni recursos policiales o de inteligencia que puedan asegurar indefinidamente la tranquilidad” (Papa Francisco, “La alegría del Evangelio”, 53).

Departamento de Pastoral Social
Departamento de Justicia y Paz

Vicaría de Solidaridad
Diócesis de Quilmes

Quilmes, 13 de marzo de 2025

La vergüenza de un nuevo veto

“Derribó a los poderosos de su trono y elevó a los humildes.
Colmó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías”

Canto de la Virgen María  (Lc 1,52-53)

El veto a la ley de financiamiento universitario es, una vez más, otra muestra de que estamos frente a una planificación de la crueldad, la reedición de una transferencia brutal de ingresos a los sectores más concentrados de la economía. Están de fiesta los sectores financieros, mientras crece la amenaza de la ludopatía entre nuestros jóvenes. Hasta nos quieren hacer creer que las y los pibes de 13 años pueden recibir educación financiera (léase “educación para la timba”), mientras se intenta una baja en la edad de imputabilidad de esos mismos menores. Estamos frente a un “plan sistemático” de empobrecimiento de la Patria. 

Plan que sólo se puede sostener con una violencia creciente de parte de las fuerzas represivas del Estado. Como dijo nuestro Papa Francisco “gastaron en gas pimienta, pero no en justicia social”. El allanamiento a la casa de la dirigente social Fernanda Miño fue una muestra más de este obsceno despliegue de la maldad. 

Hasta nos han alineado como país (quebrando una tradición de neutralidad y búsqueda de la paz entre los pueblos) en un conflicto fratricida que baña de sangre la tierra de Jesús; y con alcances internacionales, que puede tener serias consecuencias en nuestro país (no olvidemos los atentados a la Embajada de Israel y a la AMIA). 

Las noticias que día a día se acumulan en esta dirección buscan agotar toda forma de reacción popular. Pareciera que se vuelven inútiles toda denuncia, movilización, repudio, o acción contestataria. Quieren imponer el miedo para que nadie diga nada cuando nos van despojando de todo. Dando la espalda a las políticas de derechos humanos quieren reimplantar el terror y el poder de la fuerza.

Pero es imposible acallar la reacción de nuestro pueblo. Ya los estudiantes universitarios han reaccionado para defender la universidad pública. Nos llena de fuerza esta respuesta de la vida. Tarde o temprano, estas fuerzas sociales genuinas y sus luchas, darán su fruto: la de jubiladas y jubilados; la de los estudiantes universitarios; la de las y los trabajadores (cada vez menos representados por cúpulas que negocian a espaldas de sus representados); la de las organizaciones sociales que no dejan de sostener la esperanza en los barrios más humildes; la del personal de hospitales públicos amenazados por recortes presupuestarios y con sueldos miserables; la de tanta gente “de a pie” que busca acceder una vida digna.

Al grito de “déficit cero” y “no hay plata” quienes gobiernan parecen gerentes de un poder insaciable que sólo busca cerrar negocios a costa del empobrecimiento de nuestro pueblo. Nos entristece ver a legisladores sostener discursos que no validan en sus votaciones. Pero la fuerza de la esperanza es mayor, porque es la fuerza de los humildes. Dios reina en la fuerza de los humildes como aquella semilla de mostaza pequeña, pero potente, como nos los enseñó Jesús (cf. Mt 13,31-32).

La Diócesis de Quilmes -con sus instancias pastorales y solidarias- quiere seguir andando la historia del lado de las víctimas, del lado de las y los pobres, del lado de los derechos humanos, del lado de las y los trabajadores, caminando ecuménicamente con todas las personas de buena voluntad que queremos una Patria justa, libre y soberana. No una colonia. Allí estaremos, con los “humildes y hambrientos” como sostiene la Virgen en su “Magnificat”.


Departamento de Pastoral Social
Departamento de Justicia y Paz

Vicaría de Solidaridad
Diócesis de Quilmes

Quilmes, 10 de octubre de 2024.

“La ley ha sido hecha para el hombre, y no el hombre para la ley”
(cf. Marcos 2, 27)
Frente al debate de la denominada “Ley Bases”

En este tiempo en que se debate la denominada «Ley Bases», queremos poner la mirada sobre el sentido solidario y el cuidado de la vida de nuestro Pueblo que pensamos debe regir una ley que oriente y vele por la convivencia solidaria y fraterna de nuestra comunidad nacional.

El pedido de facultades legislativas extraordinarias 
¿Es realmente necesario este recurso? ¿Es el momento oportuno para asignar estás facultades a un poder ejecutivo que frente al aumento de la pobreza y la indigencia se muestra inoperante de distribuir los alimentos que tiene guardado en depósitos?

El fin de la posibilidad de jubilarse para la mayoría de la población 
¿Contempla la realidad de las personas que han trabajado toda su vida en la informalidad y en la vejez quedarían desprotegidas?

Una reforma laboral 
¿No debería surgir del diálogo y el consenso con las y los trabajadores y las organizaciones que los representan?

El  blanqueo de capitales
¿No favorecería el ingreso a la economía formal del dinero del narcotráfico que tanto daño viene provocando a nuestros jóvenes?

El cambio de prioridades en la producción energética 
¿Presta atención a la enorme cantidad de familias que aún no tienen acceso a los servicios básicos?

Un programa de privatizaciones y la reforma del Estado 
¿Tiene en cuenta a las áreas del estado que son imprescindibles para el desarrollo de la Nación y el destino de las y los trabajadores despedidos?

El uso de la fuerza convertido en actos administrativos sin intervención judicial
¿Es una medida oportuna en tiempo de tanto conflicto social?

Por otro lado, estás reformas que se proponen ¿preservan –entre otras cosas- la valiosísima tarea del Banco Nacional de Datos Genéticos que tanto bien ha hecho a la búsqueda de la verdad y la justicia, en un país que aún sufre por las heridas de los crímenes de lesa humanidad cometidos por la última dictadura?
  
También vemos con enorme preocupación y tristeza la eliminación del Fondo de integración socio-urbana que mejora la calidad de vida de las familias de nuestros barrios populares.

Pedimos al Dios de la Justicia y la Paz, que iluminen el corazón de nuestros legisladores y gobernantes, para que actúen siempre en favor del pueblo argentino y especialmente de los más necesitados. Nuestra Patria está en riesgo si avanzaran estas pretendidas reformas que, pareciera, tiene como único objetivo la disolución del Estado.

Departamento de Pastoral Social
Departamento de Justicia y Paz
Vicaría de la Solidaridad

Diócesis de Quilmes

 Quilmes, 10 de junio de 2024

“¿Dónde está tu hermano, dónde está tu hermana?”
(cf. Gén 4,9)

24 de Marzo de 2024, domingo de Ramos para la fe cristiana. Han pasado 48 años del último golpe cívico-militar. En unidad con todos los organismos de Derechos Humanos y, desde nuestra rica historia Diocesana en Quilmes, levantamos nuestros ramos pidiendo al Dios de Jesús que reine en nuestra historia con más Memoria, Verdad y Justicia.

Especialmente cuando, desde el Gobierno Nacional, se ironiza con el símbolo de “los/as 30.000” negando aquel plan sistemático del terrorismo de estado; cuando se vacían las políticas de derechos humanos y se vuelve a dar injerencia a las fuerzas armadas en asuntos de seguridad interior; cuando las políticas económicas nos recuerdan los peores momentos del empobrecimiento de nuestra Patria; cuando se derogan leyes que limitan la extranjerización de la tierra y se ofrecen nuestros recursos naturales al mejor postor; cuando los salarios de trabajadores y trabajadoras, la salud, las jubilaciones, la educación, la investigación científica se miran como “gastos” o “salidas” en una planilla contable y no como inversión en humanidad, en futuro, en grandeza de la Patria. 

Somos de aquellos y aquellas que creen en la justicia social como un horizonte para diagramar programas y proyectos desde donde soñar nuestra convivencia.

¿No estamos frente a un nuevo “plan sistemático”? 

Con nuestra hermana Diócesis de Merlo-Moreno creemos que “no basta con la legitimidad de origen”, sino que “el ejercicio del poder debe llevarnos a la construcción de sociedades más justas y más humanas” (Carta al Pueblo de Dios de Merlo-Moreno, 10/03/24, tomado de las palabras del Papa Francisco). Las medidas de este gobierno, a 100 días de su asunción, han hecho añicos la realidad de miles de familias, ha puesto en jaque la integración de la Nación.

Poner en duda las políticas de derechos humanos, negar a los desaparecidos y desaparecidas, erigir a condenados por delitos de lesa humanidad como patriotas, dar la espalda a las familias más pobres para satisfacer la avaricia de los ricos, destruir la industria nacional, proponer una economía entreguista se parece mucho a aquel nefasto “Proceso” comenzado en 1976. Se parece mucho a la entrega de los años 90 que supo parir aquel dolor social de 2001.

Debajo de las palabras y los discursos de ocasión, hoy como ayer, quedan en evidencia los hechos que revelan la realidad: multitud de pobres cada vez más pobres, más desigualdad, más violencia, más individualismo, menos Patria. ¿Podremos responderle a Dios por el paradero de nuestros hermanos y hermanas?

Junto a las Madres y a las Abuelas, comenzamos una nueva Semana Santa marchando por Paz, Pan, Tierra, Techo y Trabajo al encuentro del Dios de la Vida.

Departamento de Pastoral Social
Departamento de Justicia y Paz
Vicaría de la Solidaridad

Diócesis de Quilmes

 Quilmes, 24 de marzo  de 2024

Compartimos el comunicado de los departamentos de “Justicia y Paz” y “Pastoral Social” de la Vicaría de Solidaridad de la Diócesis de Quilmes.

Trascribimos, a continuación, el texto completo.

Todavía estamos a tiempo

“He visto la opresión de mi pueblo, he oído los gritos de dolor,
conozco muy bien sus sufrimientos” (cf Ex 3,7)

El pasado noviembre de 2023, antes del triunfo electoral del actual gobierno nacional, advertíamos que “la coyuntura socio-económica es difícil. Pero no nos salvamos solos. La salida es en común, en un proyecto de unidad nacional que no deje afuera a nadie. Nuestro compromiso cristiano, creemos, es sumarnos a ese gran acuerdo nacional que integre las necesarias diferencias del cuerpo social desde donde pensarnos y realizarnos como Patria. Deseamos ardientemente que “la justicia y la paz se abracen” (Departamento de Justicia y Paz-Pastoral social Diócesis de Quilmes, “La justicia y la paz se abrazaran”, 12/11/23)

A un mes de ejercicio, nos preocupan algunas decisiones del gobierno nacional que están lejos de ser un aporte para consolidar una verdadera justicia en el cuerpo social, y además generan un clima de tensión y conflictividad que pueden llegar a amenazar la paz.

Por decir algunas:

– La brutal devaluación y el aumento indiscriminado de precios consolidan una transferencia de ingresos desde la población más pobre a los sectores más favorecidos, que siguen concentrando la riqueza en pocas manos.

– La propuesta del desguace del Estado, con el argumento de la mayor eficiencia que aportarían manos privadas, nos recuerdan aquel triste pasado privatizador que generó la tremenda crisis del 2001. Da la sensación que la verdadera intención del gobierno nacional es otorgar el gerenciamiento de nuestras empresas nacionales a poderosos actores privados, a quienes ofrece, además, lugares claves en importantes dependencias del Estado.

– La publicación del desconcertante “Decreto de Necesidad y Urgencia” o el proyecto de “Ley Ómnibus”, con el que buscan imponer un cambio inmediato, amenazando con catástrofes apocalípticas en caso de no ser aceptados, avasallan el sistema legal y el funcionamiento de las instituciones democráticas.

– El territorio nacional y nuestros recursos naturales se ofrecen libremente al mejor postor. El pretendido avance de la libertad solo consagra el rédito económico como el único criterio de gobierno. Da la sensación de encontrarnos frente a personas que, mirando “planillas de Excel”, deciden recortes, despidos y proponen negocios poco claros.

– La desregulación económica impacta en el precio de alimentos y medicamentos, tarifas y servicios. ¿Hasta cuándo podrán, especialmente las familias, los jubilados, los jóvenes más pobres, tolerar el peso de este yugo insoportable, cuando no hay atisbos en el crecimiento de ingresos que acompañen esta escalada que parece no tener techo?

– Nos preocupa el clima de intolerancia. La criminalización de la legítima protesta social no nos parece un camino a transitar. El clamor por las ollas vacías no se puede apagar con palos y represión.

– Señalamos finalmente que vemos en el actual gobierno nacional, y ante esta lista ciertamente incompleta, un creciente clima de mesianismo que desprecia la historia de luchas y reivindicaciones sociales y laborales en nuestra Patria.

Algunos podrán decirnos que “hay que darle tiempo” al nuevo gobierno. Frente a los acelerados cambios que se van produciendo, por las medidas adoptadas desde el poder ejecutivo, solo se avizora dolor y sufrimiento para la gran mayoría de la sociedad. Delante de esto no queremos permanecer indiferentes ni ser cómplices silenciosos.

Quiere ser éste un llamado a nuestras autoridades para que reflexionen y escuchen el clamor de los pobres de la tierra. La propuesta del “cambio” a cualquier precio, sin ningún tipo de contención social, sólo significa profundizar la miseria y la desesperación. Nuestro país transitó profundas crisis que fueron resueltas mediante la sangre, nosotros queremos una patria donde haya lugar para todos, donde la paz sea fruto de la justicia y la amistad social sea el horizonte de la convivencia democrática.

La auténtica fuerza del cielo es la que se hizo tierra y pueblo en la carne de Jesús, que es la que está siendo crucificada en los que menos tienen, y es quien nos convoca cada día a construir su Reino de Justicia y Paz. (Cfr. Mt 6,33)

Creemos que estamos a tiempo para un cambio de rumbo, queremos estar cerca de los que sufren, acompañar a los que desesperan y caminar junto con los que luchan.

Departamentos Justicia y Paz / Pastoral Social
Vicaría de la Solidaridad / Diócesis de Quilmes

10 de enero del 2024

Mensaje de los departamentos de «Justicia y Paz» y «Pastoral Social», de la Vicaría de Solidaridad de la Diócesis de Quilmes, en adhesión a los departamentos de Pastoral Social de las diócesis de Viedma y Alto Valle de Río Negro.

El texto completo se encuentra a continuación:

Adherimos a la declaración conjunta de la Pastoral Social de las Diócesis de Viedma y del Alto Valle ante el atropello de que están siendo víctimas las comunidades mapuches de Villa Mascardi. 

Nuestra solidaridad con esos pueblos originarios y sus familias. 

Nos unimos al pedido de justicia y de diálogo, para evitar la utilización de la fuerza pública puesta al servicio de intereses inmobiliarios y extractivistas que parecen ignorar la realidad ancestral de la tierra comunitaria mapuche. 


Pastoral Social | Justicia y Paz
Vicaría de la Solidaridad
Diócesis de Quilmes

Quilmes, 05 de octubre de 2022

Todavía conmovidos por la escena que una y otra vez transmiten los medios de comunicación, queremos expresar nuestro más firme repudio al atentado contra la Vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner. Nuestra solidaridad con ella y nuestra oración por su integridad física y emocional.

Deseamos vivamente que se esclarezca este triste episodio con pronta justicia.
Pedimos que cesen los discursos del odio y se edifique nuestra democracia con debates nobles que ennoblezcan la vida social y política de nuestra Patria. 

Como seguidores del Evangelio nuestra apuesta es por el amor; y nuestro camino siempre será la justicia y la paz.


+ Carlos José Tissera
Obispo de Quilmes

Departamento de Justicia y Paz 
Vicaría de la Solidaridad
Diócesis de Quilmes

Quilmes, 01 de Septiembre de 2022