Saludo a los diáconos 2025
Queridos hermanos diáconos y sus familias:
¡Feliz día del Diácono! ¡Feliz Jubileo Diaconal!
Ya les había comunicado mi ausencia para esta fecha. Como miembro de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, me encuentro fuera de la Diócesis participando de la “Semana Social” en Mar del Plata. Motivo por el cual, a través el Padre Obispo Eduardo, les hago llegar mi saludo.
En la Misa Crismal todos hemos renovado nuestros compromisos como consagrados por el Orden para el servicio del pueblo de Dios. Con ocasión del Jubileo, en este Año Santo, queremos reavivar el don que el Señor nos ha hecho. Es Él quien nos ha elegido para una misión tan noble y santa. Cada uno de nosotros sabe que llevamos este tesoro en vasijas de barro. Como “peregrinos de la esperanza”, a pesar de nuestras fragilidades, “hay que seguir andando nomás”. Nos ayuda ver que somos un cuerpo maravilloso. Somos más de 120 diáconos permanentes animados por el mismo Espíritu, haciendo un camino sinodal orientados, estimulados y, a la vez, comprometidos en revitalizar nuestro ministerio, transitando por los cuatro cauces señalados por nuestro primer pastor, el Padre Obispo Jorge Novak: la pasión por la misión, la opción preferencial por los pobres, la defensa de los derechos humanos y el ecumenismo. La preparación del Tercer Sínodo Diocesano y la celebración de las Bodas de Oro de la Diócesis, nos encuentre a todos, sin excepción, unidos en el servicio y trabajo desde nuestro Decanato.
Como un humilde presente para este día, quiero compartir con cada uno y sus respectivas familias, un testimonio maravilloso, escrito por uno de los diáconos de larga trayectoria en la diócesis y que el Señor llamó a su presencia el pasado martes 15 de julio: Osvaldo Hussein.
Enterado de su fallecimiento, encontré en el archivo de la Curia, dentro de su carpeta personal, un sobre cerrado, con membrete del obispado, y una inscripción de puño y letra del Padre Obispo Jorge Novak que decía: “archivar en la carpeta de Osvaldo Hussein”. Lo abrí. Me encontré con un relato escrito a máquina, de dos carillas, fechado el 7 de agosto de 1995, donde el diácono Osvaldo testimoniaba lo que ha sido su formación y su vida de diácono en la diócesis. Una verdadera joya. Una perla preciosa de las tantas que guarda esta querida Iglesia de Quilmes. Dicha carta la leí en la Misa de cuerpo presente, ante la presencia de sus tres hijas, nietos, familiares y amigos,
Hoy, mediante el Padre Obispo Eduardo, hago llegar ese testimonio de Osvaldo para ustedes y sus familias, como un obsequio en este día Jubilar.
Que San Lorenzo, diácono y mártir, acompañe a cada uno y los bendiga junto a sus familias.
Fraternalmente
+ Carlos José Tissera
Obispo de Quilmes
Quilmes, 10 de agosto de 2025
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