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HOMILIA EN EL TE DEUM DEL 25 DE MAYO DE 2025
Catedral de Quilmes

Hermanas y hermanos:

Venimos a alabar y dar gracias a Dios en el 215° aniversario del primer gobierno, y lo hacemos con lo que tradicionalmente llamamos: el Te Deum.

Este himno, el “Te Deum”, hunde sus raíces en una antigua tradición de la Iglesia y ha servido en los momentos significativos de la historia argentina para unir a la comunidad en actitudes constructivas y superadoras. Nacido hace más de 1600 años, es un himno que acompañó la historia de los pueblos, ciudades y naciones en memorables acontecimientos.

El primer gobierno patrio de 1810, fue precedido por años de luchas y conquistas de los criollos de este suelo. Quilmes fue testigo de ello: en estas riberas desembarcaron los ingleses con la pretensión de ubicar los productos de sus fábricas que España les impidió, pero los valerosos criollos resistieron y vencieron, sin la ayuda de la alicaída Metrópoli hispana. Así fue creciendo el fervor patriótico que desembocó en un grito revolucionario el 25 de mayo de 1810.

El centro de la celebración de hoy, es la Palabra de Dios. Él nos habla, nosotros lo escuchamos y le respondemos con nuestra oración y con nuestra vida.

El evangelio nos presenta a Jesús en la última Cena, reunidos para comer el cordero pascual, anticipo misterioso de su entrega total en la Cruz, y quedándose presente desde entonces en el regalo de la Eucaristía, bajo las apariencias del pan y del vino. Recién hemos escuchado una parte del largo discurso que nos relata san Juan. Nos dice: «Les dejo la paz, les doy mi paz, pero no como la da el mundo. ¡No se inquieten ni teman!» .

Jesús ofrece su paz, y más adelante también prometerá la alegría. Paz y alegría son dos necesidades profundas del corazón: la seguridad y la intensidad, la serenidad y el entusiasmo. Pero la paz de Jesús no es la serenidad psicológica del que vive cómodo en su mundo y no se preocupa por nada. Su paz es otra cosa. Es la seguridad que dan su presencia y su amor en medio de las angustias y preocupaciones. Sabemos que el mismo Jesús padeció lo que es la angustia y alteraciones interiores. Por eso aclara cómo nos regala su paz: “no la doy como la da el mundo”. La paz y alegría que Jesús promete no brotan de las seguridades del mundo, sino del amor. (Cfr. Víctor M. Fernández; “El evangelio de cada día”)

El que se deja amar por Jesús y reacciona amándolo y sirviendo al prójimo, encuentra la verdadera paz de su corazón, la paz que los intereses del mundo no nos pueden dar.

En este día no podemos olvidar al querido Papa Francisco, fallecido hace ya un mes. Sus homilías, cuando era arzobispo de Buenos Aires, en algunos de los Te Deum del 25 de mayo, siguen siendo muy actuales. En el año 2006, comentó las Bienaventuranzas del Evangelio según san Mateo.

Quisiera repetir sus palabras comentando las bienaventuranzas relacionadas con las palabras del Evangelio que escuchamos.

« “Felices los pacientes porque recibirán la tierra en herencia” . Es bueno recordar que no es manso el cobarde e indolente sino aquel que no necesita imponer su idea, seducir o ilusionar con mentiras, porque confía en la atracción -a la larga irresistible- de la nobleza. Por eso nuestros hermanos hebreos llamaban a la verdad “firmeza” y “fidelidad”: lo que se sostiene y convence porque es contundente, lo que se mantiene a lo largo del tiempo porque es coherente. La intemperancia y la violencia, en cambio, son inmediatistas, coyunturales, porque nacen de la inseguridad de sí mismo. Feliz por eso el manso, el que se mantiene fiel a la verdad y reconoce las contradicciones y las ambigüedades, los dolores y fracasos, no para vivir de ellos, sino para sacar provecho de fortaleza y constancia.

Desdichado el que no se mantiene mansamente en la verdad, el que no sabe en qué cree, el ambiguo, el que cuida a toda costa su espacio e imagen, su pequeño mundito de ambiciones. A éste -tarde o temprano- sus miedos le estallarán en agresión, en omnipotencia e improvisación irresponsable. Desdichado el vengativo y el rencoroso, el que busca enemigos y culpables sólo afuera, para no convivir con su amargura y resentimiento, porque con el tiempo se pervertirá, haciendo de estos sentimientos una pseudo-identidad, cuando no un negocio. ¿Cuántas veces hemos caído los argentinos en la “malaventuranza” de no haber sabido conservar tal mansedumbre? En la “malaventuranza” del internismo, de la constante exclusión del que creemos contrario, de la difamación y la calumnia como espacio de confrontación y choque. Desdichadas actitudes que nos encierran en el círculo vicioso de un enfrentamiento sin fin. ¿Cuántos de estos caprichos y arrebatos de salida fácil, de “negocio ya”, de creer que nuestra astucia lo resuelve todo, nos ha costado atraso y miseria? ¿No refleja acaso nuestra inseguridad prepotente e inmadura?

Felices, en cambio, si nos dejamos convocar por la fuerza transformadora de la amistad social, ésa que nuestro pueblo ha cultivado con tantos grupos y culturas que poblaron y pueblan nuestro país. Un pueblo que apuesta al tiempo y que conoce la mansedumbre del trabajo, el talento creativo e investigador, la fiesta y la solidaridad espontánea, un pueblo que supo ganar o “heredar la tierra” en la que vive.

Este es el verdadero trabajo por la paz, como dice otra de las Bienaventuranzas: “Felices los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios” ; el que incluye y recrea, el que invita a convivir y compartir aun a los que parecen adversarios o son extranjeros. El que piensa del otro: éste no puede ser sino ‘hijo de Dios’; hijo de lo alto en su fe e hijo de esta tierra en su cultura. La paz comienza a afianzarse cuando miramos al otro como hijo de Dios, como hijo de la Patria. Por eso decimos hoy: felices aquellos de nuestros mayores que trabajaron por la paz para nuestros pueblos y se dejaron pacificar por la ley, esa ley que acordamos como sistema de vida ya la que una y otra vez debemos volver a poner en lo más alto de nuestros corazones.

¡Pobre el que burla la ley gracias a la cual subsistimos como sociedad! Ciego y desdichado es, en el fondo de su conciencia, el que lesiona lo que le da dignidad. Aunque parezca vivo y se jacte de gozos efímeros ¡qué carencia! La anomia es una “malaventuranza”: esa tentación de “dejar hacer”, de “dejar pasar”, ese descuidar la ley, que llega hasta la pérdida de vidas; esa manera de malvivir sin respetar reglas que nos cuidan, donde sólo sobrevive el pícaro y el coimero, y que nos sumerge en un cono de sombra y desconfianza mutua. Qué dicha en cambio siente uno cuando se hace justicia, cuando sentimos que la ley no fue manipulada, que la justicia no fue sólo para los adeptos, para los que negociaron más o tuvieron peso para exigir, ¡qué dicha cuando podemos sentir que nuestra patria no es para unos pocos! Los pueblos que a menudo admiramos por su cultura, son los que cultivan sus principios y leyes por siglos, aquellos para los cuales su ethos es sagrado, a pesar de tener flexibilidad frente a los tiempos cambiantes o las presiones de otros pueblos y centros de poder.

Qué desventurados en cambio somos cuando malusamos la libertad que nos da la ley para burlarnos de nuestras creencias y convicciones más profundas, cuando despreciamos o ignoramos a nuestros próceres o al legado de nuestro pasado, cuando incluso renegamos de Dios, desentendiéndonos de que en nuestra Carta Magna lo reconocemos “fuente de toda razón y justicia”. El maduro acatamiento de la ley, en cambio, es el del sabio, el del humilde, el del sensato, el del prudente que sabe que la realidad se transforma a partir y contando con ella, convocando, planificando, convenciendo, no inventando mundos contrapuestos, ni proponiendo saltos al vacío desde equivocos vanguardismos.

Éste el camino de los justos; el que emprenden los que tienen hambre y sed de justicia y que, al vivirla, “ya son saciados” como nos dice el Evangelio: “Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados” . Feliz el que cultiva el anhelo de esa justicia que tanto procuramos a lo largo de nuestra historia; anhelo que posiblemente nunca se saciará por completo, pero que nos hace sentir plenos al entregarnos en pos de la mayor equidad. Porque la justicia misma estimula y premia al que arriesga y se desgasta por ella y da oportunidad al que trae esfuerzos genuinos y sólidos. Feliz el que practica la justicia que distribuye según la dignidad de las personas, según las necesidades que esta dignidad implica, privilegiando a los más desprotegidos y no para los más amigos. Feliz el que tiene hambre y sed de esa justicia que ordena y pacífica, porque “pone límites a” los errores y las faltas, no las justifican; porque contesta el abuso y la corrupción, no la oculta ni encubre; porque ayuda a resolver y no se lava las manos, ni hace leña del árbol caído. Felices nosotros si la apelación a la justicia nos hace arder las entrañas cuando vemos la miseria de millones de personas en el mundo”

Desdichados en cambio si no nos quema el corazón ver cómo en las calles, en las mismas puertas de las escuelas de nuestros hijos, se comercian drogas para destruir generaciones, convirtiéndolas en presa fácil del narcotráfico o de los manipuladores de poder. Desdichados porque se paga muy caro el drenaje de la cultura hacia lo superficial y el escándalo marketinero, (expresiones de desprecio de la vivencia espiritual que buscan avivar el vacío); se pagan muy caro la mentira y la seducción demagógica para transformarnos en simples clientes o consumidores. Abramos los ojos, no es esclavo el que esta encadenado, sino el que no piensa ni tiene convicciones. No se es ciudadano por el solo hecho de votar, sino por la vocación y el empeño construir una Nación solidaria».


En este 25 de mayo, al recordar a grandes próceres, no podemos olvidar a este argentino, que como muchos grandes hombres de la patria, fue criticado y maltratado desde las grandes columnas periodísticas, como por tantos que se hicieron eco de las opiniones de los que se sintieron afectados en sus mezquinos intereses ante la prédica evangélica del Papa, que seguramente pasará a la historia como el Papa de los pobres y de los sin voz, anunciando al mundo entero “la alegría del Evangelio”.

En este Año Santo de la Esperanza, hermanas y hermanos, dando gracias a Dios por ser sus criaturas, le pedimos ser constructores de la Patria con hambre de justicia y de paz, sedientos del amor que hace firme nuestra esperanza.

La Virgen de Luján, esperanza del pueblo argentino, nos acompaña en el caminar.

+ Carlos José Tissera
Obispo de Quilmes

“El hombre es el camino primero y necesario de la Iglesia” (Juan Pablo II)
1976 – 24 de marzo – 2025

Un nuevo aniversario del último golpe cívico-militar… Cuarenta y nueve años de aquel día trágico. Para quienes creemos en el Dios de la Vida, esa vida la celebramos, la defendemos y la acompañamos como venga. Por eso nos comprometemos en los derechos humanos, en el valor de la democracia, en que otro mundo más humano es posible y estamos en contra de todos los signos de muerte.  Seguimos pidiendo por Memoria, por Verdad y Justicia.

Asistimos, en la Patria y en el mundo, a un avance del capitalismo que en su nueva forma de “tecnofeudalismo” asume las notas más inhumanas y crueles: una insistente concentración de la riqueza; la ganancia económica por la especulación financiera en detrimento de la producción como fruto del trabajo humano; el juego y las apuestas ofrecidas, en especial a los jóvenes, como salidas hacia el enriquecimiento fácil; maniobras con monedas virtuales con estafas millonarias. Siempre con planteos de salidas individuales y en contra de proyectos comunitarios. Para este capitalismo financiero y tecnológico, la democracia pareciera un estorbo. Y, proponiendo un estado cada vez más ausente, habilitan en nuestros barrios el avance del narcomenudeo y el narcotráfico.

Este modelo sólo genera exclusión y más pobreza. Y necesita de la violencia, la guerra y la represión para imponerse. Los trabajadores, los niños, los jóvenes, los abuelos, los más débiles son las víctimas de este sistema. 

El actual gobierno nacional ha avanzado en el desmantelamiento de las políticas de derechos humanos, en el vaciamiento de los lugares de memoria, en la reinstalación de la “teoría de los dos demonios” – y, peor aún, la figura de “un solo demonio” al que se deberían enfrentar “los argentinos de bien”-, en la desacreditación de los organismos de derechos humanos, en ataques más directos o más solapados a las Madres y a las Abuelas de Plaza de Mayo. El desprecio efectivo por la Verdad y la Justicia. 

En esta misma línea de reflexión, nos preocupa la reciente sanción de la Ley sobre el “Abordaje Integral del Crimen Organizado” denominada “Ley Antimafias”. Detrás de una supuesta preocupación por las “organizaciones criminales”, como expresa la letra de la ley, se tiende un manto de sospecha sobre toda protesta social. Y, por otro lado, se contradice con la llamada “Ley de Blanqueo”, que habilita una suerte de amnistía para reconocer dólares de origen incierto. Nada más parecido a los tiempos de la última dictadura.

Tristemente, luego de tantas luchas y conquistas, nuestro país parece asistir al despliegue de “un plan sistemático” o “estrategia de desigualdad”: desindustrialización, transferencia de ingresos a los sectores más concentrados de la economía con el consecuente empobrecimiento de las mayorías populares, precarización laboral, lapidación de los recursos naturales, menosprecio de las minorías y de los pueblos originarios. Un verdadero “saqueo”, si tomamos la imagen de nuestro recordado Pino Solanas cuando retrató aquel final trágico de la aventura neoliberal de los noventa, en diciembre de 2001. 

Queremos decir que no es nueva esta metodología. Este saqueo necesita el uso de la fuerza para consolidarse. Estamos actualmente en esta difícil coyuntura. Estamos a tiempo de reflexionar y anteponer a la violencia institucional y a los discursos de odio, la palabra serena y la decisión de seguir apostando por la vida y la esperanza de quienes trabajamos por la paz como fruto de la justicia. Con la confianza puesta en Dios y en nuestro pueblo “peregrino de esperanza”.

Las palabras del P. Obispo Jorge Novak continúan siendo actuales y proféticas: “En mi caso personal, valoré debidamente el axioma pastoral: «El hombre es el camino primero y necesario de la Iglesia». En esta perspectiva vi claro que sin actitudes sinceras con la situación de la familia argentina (la desaparición de personas, la destrucción premeditada de los centros de producción por los instrumentos de mezquinos intereses multinacionales; el hambre y la guerra…) me haría connivente y cómplice del mal en sus múltiples expresiones. 

“Fue un aprendizaje duro pero eficaz, con la pedagogía sencilla de descubrir la verdad de los hechos: indagar en sus causas profundas; y asumir sin pérdida de tiempo, sin temor al peligro, sin cansancio en la entrega, la defensa y promoción de la dignidad de la persona y de la familia, reclamando la plena vigencia de los derechos humanos inalienables”
 (P. Obispo Jorge Novak, 26/03/85. Fragmento de la clase magistral en la Universidad de Lomas de Zamora).

Que la Virgen de Luján, Madre de la esperanza, nos ayude a no bajar nunca los brazos, a no perder los sueños, buscando siempre caminar juntos y juntas.


Departamento de Pastoral Social
Departamento de Justicia y Paz

Vicaría de Solidaridad
Diócesis de Quilmes

Compartimos la invitación del Padre Armando Ireneo Dessy, capellán de la Fazenda de la Esperanza, Párroco Emérito y Director Pastoral de Nuestra Señora de la Esperanza de Florencio Varela y Canciller de la Diócesis, y de Roberto Martín Tissera, vicepresidente y responsable de la Fazenda, con la invitación al 14º aniversario de la Fazenda de la Esperanza “San Lorenzo”, centro de recuperación de adicciones de la Diócesis de Quilmes.

Será el domingo 16 de marzo a las 12.00 h en calle Bruselas 2040, del Complejo Habitacional Santa Rosa de Florencio Varela.

A los amigos y colaboradores
de la Fazenda de la Esperanza “SAN LORENZO”
Presente 
.    

De nuestra consideración:

Tenemos el agrado de saludarlos en nuestro carácter de responsables de la Fazenda de la Esperanza “San Lorenzo” de cuya existencia y actividades como Centro de recuperación de adicciones -a partir de su inauguración el 13 de marzo de 2011- hemos brindado a Ustedes información en más de una oportunidad.

El motivo de la presente es invitarlos a la celebración del décimo cuarto aniversario de la misma, ubicada en la calle Bruselas 2040 del Barrio Santa Rosa. Ello será, Dios mediante, el Domingo 16 de marzo a las 12 h con la Misa que presidirá el Padre Obispo Carlos José Tisseraa en nuestra Capilla “San Lucas Evangelista».

Recordaremos aquel momento en el cual el ahora Obispo Emérito Luis Teodorico Stöckler, la inauguró el citado13 de marzo de 2011, acompañado en ese día por los Fundadores: Fray Hans Stapel y Nelson Giovanelli, Ellos son quienes dieron origen en Brasil el 29/06/1983 (hace más de cuarenta años), a la “Familia de la Esperanza”, que cuenta en estos momentos con más de cien “Fazendas” o Centro de Recuperación de Adicciones en más de quince países.

La nuestra, de Florencio Varela, es la quinta de la docena de Fazendas existentes en este momento en Argentina. Fue la primera en la Provincia de Buenos Aires y es la única en el Gran Buenos Aires.

Agradeciendo desde ya la posible participación de Ustedes y la difusión que puedan brindar a nuestra información, los esperamos el domingo 16/3 y los saludamos muy atentamente.

Padre Armando Ireneo Dessy
Presidente – Capellán de la Fazenda de la Esperanza
Párroco Emérito y Director Pastoral de Nuestra Señora de la Esperanza

Roberto Martín Tissera
Vicepresidente – Responsable de la Fazenda

Florencio Varela, 12 de marzo de 2025

La Vicaría de Educación de la Diócesis de Quilmes invita el jueves 19 de septiembre, aniversario de la Diócesis, a la Misa de Acción de Gracias por la educación y a la entrega de las menciones «Padre Obispo Jorge Novak al educador».

La celebración Eucarística será a las 19.00 en la Catedral de Quilmes (Rivadavia 355, Quilmes) y finalizada la misa, se reconocerá «a quienes en las comunidades educativas de nuestra diócesis van dejando una huella desde la misión cotidiana de ser educadores».

Será una jornada especial para dar gracias a Dios por el 48º aniversario de la Diócesis de Quilmes y el inicio pastoral de su primer obispo, Jorge Novak, y para agradecer y valorar a todos los que trabajan en la educación.

Toda la comunidad diocesana está invitada a participar.

El domingo 25 de agosto, al cumplirse el primer mes de la pascua de Patricia Fernández, el Padre Obispo Carlos Tissera presidirá una misa en memoria y acción de gracias por su vida. La celebración eucarística será en la Parroquia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro (Av. Calchaquí 4949, Quilmes Oeste) a las 10 de la mañana.

Patricia coordinaba el Departamento de Laicos de la Diócesis de Quilmes, dirigía el Secretariado de Laicos de la Conferencia Episcopal Argentina, fue sinodal de la Asamblea del Cono Sur celebrada en 2023 en Brasil, entre otros múltiples servicios a la Iglesia Argentina y diocesana.

Rezamos por su descanso en paz, y por la fortaleza en el dolor de sus seres queridos.

Con el lema «Jorge Novak, Profeta de Esperanza» el lunes 08 de julio celebraremos la misa por el 23º aniversario de la pascua del Siervo de Dios Jorge Novak, svd, primer obispo de Quilmes. 

La Eucaristía será en la Iglesia Catedral de Quilmes (Rivadavia 355, Quilmes Centro) a las 18 h, y también se transmitirá en vivo en Youtube.com/DiocesisQuilmesOficial

A continuación compartimos la carta de invitación  de los obispos de Quilmes Carlos Tissera y Eduardo Redondo.

23° Aniversario de la pascua del Siervo de Dios P. Obispo Jorge Novak, svd

Hermanas y hermanos:

Con el lema “Jorge Novak, Profeta de Esperanza”, realizamos esta convocatoria para celebrar el 23º  aniversario de la pascua de nuestro primer pastor diocesano.

Los  convocamos a todos para conmemorar este nuevo aniversario del P. Obispo Jorge, renovando nuestro compromiso cristiano y haciéndonos eco de sus  palabras siempre tan actuales:  “La esperanza de nuestro pueblo no quedará defraudada, mientras haya hombres y mujeres que se inclinan sobre las familias afectadas por las pruebas de este momento histórico, aunando criterios, propuestas y, sobre todo, corazones”. (Misa de la esperanza, 22/11/1997)

En este aniversario pediremos a Dios por intercesión de nuestro Siervo de Dios, nos ayude a acompañar con esperanza este tiempo difícil de nuestra patria.

Hermanas y hermanos, los esperamos el día lunes 8 de julio, a las 18 horas, en la Iglesia Catedral de Quilmes, para celebrar la Eucaristía en su memoria. No se olviden de invitar a sus familiares, amigos, vecinos y a los miembros de sus comunidades.

¡Dios les bendiga!

+ Carlos José Tissera
Obispo de Quilmes


+ Eduardo Gonzalo Redondo
Obispo Auxiliar de Quilmes

Quilmes, 28 de junio de 2024

Desde el lunes 10 al domingo 16 de junio la Muestra Gráfica Itinerante «Padre Carlos Mugica, 1974-2024, 50 años de su martirio» visitará la Diócesis de Quilmes según el siguiente cronograma:

Lunes 10:Parroquia Sagrada Familia (Calle 148 Nº 1351, Berazategui)

Martes 11:Seminario diocesano María Reina, Reina de los Apóstoles (Av. Néstor Kirchner 3240, Berazategui)

Miércoles 12, jueves 13 y viernes 14:Parroquia San Juan Bautista (25 de mayo 611, Florencio Varela)

Sábado 15 y domingo 16: Iglesia Catedral Inmaculada Concepción (Rivadavia 355, Quilmes Centro)

En todos los casos la entrada será libre y gratuita. Esta actividad se da en el marco de las celebraciones por los 50 años de la muerte violenta del Padre Mugica.

TEDEUM 25 DE MAYO DE 2024
Iglesia Catedral de Quilmes

Intendenta Municipal
Sres. Legisladores
Sres. Concejales
Autoridades del Poder Judicial
Hermanas y hermanos de otras confesiones cristianas
Autoridades Militares y Policiales
Representantes de las asociaciones intermedias 
Instituciones del Partido de Quilmes
Abanderados, Docentes y alumnos
Personas de los Medios de prensa
Sr. Cura Párroco

Hermanas y hermanos:

Se han abierto las puertas de esta Iglesia Catedral para recibirnos, respondiendo a la invitación que nos hace la Municipalidad de Quilmes. Venimos a dar gracias por los 214 años del nuestro primer gobierno patrio. 

Aquel 25 de mayo de 1810, una multitud se reunió en la plaza frente al Cabildo, para celebrar la defensa de la soberanía popular. Alentaban el gran ideal de ser libres e independientes. En toda América se iba acunando y encarnando en hombres y mujeres el gran ideal de la liberación del poder español. 

No sólo existieron los conocidos hombres de mayo. También hubo mujeres que se destacaron por su firme determinación de ser libres, a costa de muchos sacrificios y luchas, a veces incomprendidas. Entre tantas, nombremos a: 

María Remedios del Valle, nombrada la Madre de la Patria, afrodescendiente que luchó en las Invasiones Inglesas y, tras la Revolución de Mayo, auxilió al Ejército del Norte de Belgrano convirtiéndose en Capitana.

Juana Azurduy, que en 1809 participó del levantamiento en contra del poder del Virrey. Posteriormente estuvo al frente de un gran ejército miliciano compuesto por indias, mestizas y criollas.

María Magdalena “Macacha” Dámasa Güemes, hermana de Martín Miguel de Güemes, salteña que adhirió a la Revolución y fue parte de la gesta independentista.

Melchora Sarratea y Mariquita Sánchez de Thompson que brindaron sus casas y apoyaron la revolución. Y tantas otras, como Casilda Igarzábal de Rodríguez Peña, quien alojó al Partido de la Independencia.

En primer lugar, hoy venimos a “hacer memoria agradecida”. En este tiempo que vivimos, entre otras cosas, “se alienta una pérdida del sentido de la historia que disgrega todavía más. Se advierte la penetración cultural … donde la libertad humana pretende construirlo todo desde cero. Deja en pie únicamente la necesidad de consumir sin límites y la acentuación de muchas formas de individualismo sin contenidos” (FT 13) No nos dejemos robar el sentido de la historia.

 “Un modo eficaz de licuar la conciencia histórica, el pensamiento crítico, la lucha por la justicia y los caminos de integración es vaciar de sentido o manipular las grandes palabras. ¿Qué significan hoy algunas expresiones como democracia, libertad, justicia, unidad? Han sido manoseadas y desfiguradas para utilizarlas como instrumento de dominación, como títulos vacíos de contenido que pueden servir para justificar cualquier acción” (FT 14)

Decía nuestro arzobispo de Buenos Aires, el pasado 10 de diciembre: “Compartimos la creencia en un Dios liberador. Un Dios que nos quiere libres de la opresión, de la codicia y avaricia, de la injusticia y la inequidad, y de toda forma de violencia; un Dios que nos hace libres, sí, pero para ser más dignos y solidarios. Un Dios que, libres, nos impulsa a comprometernos especialmente con los que más sufren. Como dice el Papa Francisco: «la verdadera libertad se expresa plenamente en la caridad. No hay libertad sin amor (…) quien ha recibido el don de la liberación obrada por Dios no puede pensar que la libertad consiste en el estar lejos de los otros, sintiéndoles como molestia, no puede ver el ser humano encerrado en sí mismo, sino siempre incluido en una comunidad. La dimensión social es fundamental y nos permite mirar al bien y no sólo al interés privado»” (Audiencia general, 20/10/2021)

En segundo lugar, además de hacer una memoria agradecida, queremos abrazar este presente preocupante de la Patria con esperanza. Para ello, el camino es el que nos propone Jesús, en la parábola del buen samaritano: amar al prójimo. La pregunta del doctor de la Ley “¿Y quién es mi prójimo?” provocó que Jesús nos cuente tan bella y desafiante parábola. Ella es un ícono iluminador, capaz de poner de manifiesto la opción de fondo que debemos tomar para reconstruir esta patria que nos duele a todos. Nos muestra el camino a seguir. Jesús es el verdadero samaritano, el que abajó, el Dios que se conmovió y nos ha visto tirados al costado del camino, toca nuestra fragilidad, sana nuestras heridas, nos carga sobre sus hombros y se ocupa de cada uno. Jesús nos revela una característica esencial del ser humano, a veces olvidada: hemos sido hechos para la plenitud de ser, de amar. Por eso, no podemos vivir indiferentes ante el dolor, no podemos dejar que nadie quede a un costado de la vida, marginado de su dignidad. Esto nos debe indignar. El dolor humano nos debe alterar. La inclusión o la exclusión del herido al costado del camino define todos los proyectos económicos, políticos, sociales y religiosos. Todos enfrentamos cada día la opción de ser buenos samaritanos o indiferentes viajantes que pasan de largo.

El samaritano fue el que se hizo prójimo del judío herido (sabemos que los judíos despreciaban a los pertenecientes a Samaría). Para volverse cercano y presente, el samaritano atravesó todas las barreras culturales e históricas. La conclusión de Jesús es un pedido: “Tienes que ir y hacer lo mismo” (Lc. 10, 37). Es decir, nos interpela a dejar de lado toda diferencia y, ante el sufrimiento, volvernos cercanos a cualquiera. Entonces ya no digo que tengo prójimos a quienes debo ayudar, sino que me siento llamado a volverme yo un prójimo de los otros. (cfr. FT 81)

Hoy los argentinos vivimos momentos en que muchos van cayendo heridos al costado del camino: despidos en las fuentes de trabajo, sueldos por debajo de la línea de pobreza, la situación de las personas mayores no les alcanza para satisfacer sus necesidades básicas, la situación de los comedores comunitarios que no tienen alimentos suficientes. Sabemos que el deterioro de la vida social viene dándose de hace tiempo, pero es palpable que la crisis socioeconómica se ha agravado. En el mes de marzo, la Comisión Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal Argentina expresaba: 

“Reiteramos que es urgente devolver a la política, su carácter de una de las «formas más preciosas de la caridad, porque busca el bien común» La acción política debe promover el cuidado de la vida, la dignidad humana, el trabajo digno para todas las personas y la eliminación del hambre y la exclusión. No hay verdadera libertad sin fraternidad, justicia social y paz. Expresamos nuestra preocupación al tiempo que reiteramos nuestra puesta al servicio incondicional para el desarrollo de los diálogos imprescindibles que permitan la construcción de los acuerdos necesarios para el desarrollo de una Argentina inclusiva, próspera y en paz”

El camino que el Evangelio nos sugiere es el camino de la fraternidad, el de valorizar los lazos de fraternidad, y no el tan conocido “sálvese quien pueda”. Todos estamos en la misma barca. Por eso, también en este tiempo nos expresamos los obispos que somos parte de la Comisión Nacional de Caritas:

“En el transcurso de los últimos años y a medida que los niveles de pobreza han crecido en la Argentina, hemos aprendido a trabajar con un gran número de movimientos, asociaciones, centros vecinales, sindicatos, etc. Es que hoy nadie puede asumir la cantidad y complejidad del trabajo social de manera individual, y es por eso que insistimos en integrar a todos aquellos que con enorme sensibilidad atienden a los más pobres y en que también se les dé la ayuda necesaria para que puedan seguir haciéndolo.

En un país cuya pobreza sigue creciendo, y que no admite miradas sesgadas, prejuicios ideológicos y peleas sectoriales, somos testigos de que muchos hermanos viven la angustia de no saber con qué mañana alimentarán a sus hijos. No es difícil sortear las dificultades y desacuerdos presentes volviendo a poner en el centro lo que siempre ha debido seguir allí: las personas y las familias de los que viven en la pobreza o indigencia, especialmente los niños y los ancianos. Lo demás, está demás”.


Que la Virgen de Luján nos acompañe, para no dejarnos robar la esperanza y para hacernos cada día prójimos de los que están a nuestro lado.

+ Carlos José Tissera
Obispo de Quilmes

Este lunes 25 de marzo celebramos el 40º aniversario de la ordenación del primer grupo de diáconos egresados de la Escuela de Ministerios de la Diócesis de Quilmes, ocurrida en 1984 en la Iglesia Catedral.

De una manera especial nos unimos a la acción de gracias por Jorge Laszuk de la parroquia San Juan Bautista, integrante de este primer grupo de diáconos, y rezamos por sus compañeros fallecidos: Juan B. Cucci, Alfio Fattori, Enrique M. Lombán, Prudencio Pío Romero, Sixto J. A. Silvero y Luis J. E. Timossi.

El sábado 06 de abril a las 18.00 h se hará una celebración de acción de gracias en la Capilla San Pedro Apóstol (Juárez Celman y Finochieto, Florencio Varela), perteneciente a la parroquia San Martín de Porres, donde el diácono permanente Jorge Laszuk sirvió durante 21 años.

A continuación, compartimos la tarjeta de invitación de estas históricas ordenaciones en la Diócesis de Quilmes.

Compartimos la invitación del Padre Armando Ireneo Dessy, capellán de la Fazenda de la Esperanza, Párroco Emérito y Director Pastoral de Nuestra Señora de la Esperanza de Florencio Varela y Canciller de la Diócesis, y de Ricardo Martín Tissera, vicepresidente y responsable de la Fazenda, con la invitación al 13º aniversario de la Fazenda de la Esperanza “San Lorenzo”, centro de recuperación de adicciones de la Diócesis de Quilmes.

A los amigos y colaboradores
de la Fazenda de la Esperanza “SAN LORENZO”
Presente 
.    

De nuestra consideración:

Tenemos el agrado de saludarlos en nuestro carácter de responsables de la Fazenda de la Esperanza “San Lorenzo” de cuya existencia y actividades como Centro de recuperación de adicciones -a partir de su inauguración el 13 de marzo de 2011-  hemos brindado a Ustedes información en más de una oportunidad.

El motivo de la presente es invitarlos a la celebración del décimo tercer aniversario de la misma, ubicada en la calle Bruselas 2040 del Barrio Santa Rosa. Ello será, Dios mediante, el Domingo 10 de marzo a las 12 hs. con la Misa a celebrarse en la Capilla “San Lucas Evangelista. Recordaremos aquel momento en el cual el ahora Obispo Emérito Luis Teodorico Stöckler la inauguró el citado 13 de marzo de 2011, acompañado en ese día por los Fundadores: Fray Hans Stapel y Nelson Giovanelli. Ellos son quienes dieron origen en Brasil el 29/06/1983 (hace más de cuarenta años) a la “Familia de la Esperanza”, que cuenta en estos momentos con más de cien “Fazendas” o Centro de Recuperación de Adicciones en más de quince países. 

La nuestra, de Florencio Varela, es la quinta de la docena de Fazendas existentes en este momento en Argentina. Fue la primera en la Provincia de Buenos Aires y es la única en el Gran Buenos Aires.

Agradeciendo desde ya la posible participación de Ustedes y la difusión que puedan brindar a nuestra información, los esperamos el domingo 10/3 y los saludamos muy atentamente.

Padre Armando Ireneo Dessy
Presidente – Capellán de la Fazenda de la Esperanza
Párroco Emérito y Director Pastoral de Nuestra Señora de la Esperanza

Roberto Martín Tissera
Vicepresidente – Responsable de la Fazenda

Florencio Varela, 07 de marzo de 2024.