El Centro de Estudios Filosóficos y Teológicos de la Diócesis de Quilmes «Santo Toribio de Mogrovejo» (CEFITEQ) invita al curso breve «Que todos sean uno» (Jn 17, 21) los martes 4, 11, 18 y 25 de octubre, para conocer y profundizar sobre el movimiento ecuménico, camino para la unidad de las Iglesias.

El curso se brinda los martes de octubre de 19.00 a 21.00 en el CEFITEQ, en Av. Néstor Kirchner (ex Mitre) 3240, Berazategui.

La inscripción se realiza los jueves de 18.30 a 20.30 en la sede del CEFITEQ o por correo electrónico cefiteq@gmail.com

El lunes 19 de septiembre la Diócesis de Quilmes celebró su 46º aniversario de creación, y el aniversario episcopal de su primer obispo, el Siervo de Dios Jorge Novak svd.

El Padre Obispo Carlos José Tissera presidió la misa en la Catedral de Quilmes y presentó el decreto de renovación de la Comisión de Memoria por tres años, llamada a partir de ahora «Comisión de Memoria del Siervo de Dios Padre Obispo Jorge Novak», y conformada por:

Presidente:

Pbro. Armando Ireneo DESSY

Secretario Ejecutivo:

Hno. Víctor Manuel HIRCH sdv

Secretarias Adjuntas:
Gabriela Giselle ASTUDILLO
Karina Andrea BRONDARBIT

Integrantes:
Carmen Beatriz ADARO
Diácono Claudio Jesús BERNARDINI
Mariano Ramón COUTO
Norma Beatriz DÍAZ
Vanesa Daniela DI BENEDETTO
Diácono Pablo LA PIETRA
Silvia Beatriz LIMER
Norma Alejandra ROMERO
Mariano Tomás SALINA
María Teresa SEGOVIA
Nilda Cristina VALENZUELA
Griselda Elizabet ZABALA

El lunes 19 de septiembre a las 19.00 el Padre Obispo Carlos José Tissera presidirá la  misa por el 46º aniversario de la Diócesis de Quilmes y el aniversario de consagración episcopal del Siervo de Dios Jorge Novak svd, primer Obispo de Quilmes.

La misa se llevará a cabo en la Catedral de Quilmes (Rivadavia 355, Quilmes Centro) y será abierta a toda la comunidad.

Catedral de Quilmes, viernes 16 de septiembre de 2022

“Hagan esto en memoria mía” (1 Co. 11, 24)
“El que quiera ser el primero, que se haga el último y el servidor de todos” (Mc. 9, 35)

Hermanas y hermanos:

La Palabra ha sido pronunciada solemnemente. Después que Jesús ha anunciado a los discípulos por segunda vez el misterio de su muerte y resurrección, al llegar a la casa en Cafarnaún les pregunta: “¿De qué hablaban en el camino?”.

Es la misma pregunta que nos acompaña en nuestra Camino Sinodal. Muchas son nuestras respuestas. Cada uno tiene la suya. Dios conoce nuestros corazones, mejor que nosotros mismos. Como les pasó a los discípulos. Ellos callaban, pero Jesús sabía de qué venían conversando; “habían estado discutiendo sobre quién era el más grande”. Asistimos a un momento en que el Maestro forma a sus discípulos. Con gestos y palabras. Después del primer anuncio de la pasión, y la reprensión a Pedro que se resistía a creerle; luego les hizo experimentar el deslumbrante momento de la Transfiguración. Ahora, luego del segundo anuncio, Jesús les enseña con paciencia. No puede entrar en sus mentes la visión de un Mesías humilde, servidor, perseguido y derrotado. Aunque físicamente están siguiendo a Jesús, sus corazones van en otra dirección, seducidos por la vanidad, el éxito, el deseo de sobresalir, de dominar. Por eso, pelean y discuten entre ellos. Qué parecido esto con algunas situaciones de nuestra vida social y comunitaria.

El Evangelio de Marcos, que repara en los detalles, dice: “Entonces, sentándose, llamó a los Doce y les dijo”. Es el Maestro en medio de la comunidad, y quiere dar una enseñanza esencial, importante, para todos los que lo siguen: “El que quiere ser el primero, debe hacerse el último de todos y el servidor de todos” (el versículo que elegiste, Guillermo, para tu vida ministerial). Jesús no rechaza el deseo de ser el primero. Ojalá que cada discípulo, de todos los tiempos, quiera ser el primero, y no nos reduzcamos a una vida insulsa, mediocre y apagada. Sabiamente los santos, como San Ignacio, se consumieron en grandes deseos de servir a Dios y a los hermanos. No es buena propuesta esconder los talentos y dones recibidos. Se trata de desarrollar todas nuestras posibilidades, no para competir o buscar prestigio personal, sino para servir mejor a la comunidad.

Para hacerlo más patente, como era costumbre en su modo de enseñar, Jesús tomó un niño y lo puso en medio. Jesús se identifica con ese niño. “El que recibe a uno de estos pequeños” los discípulos reciben a Jesús mismo, y en él, al Padre que lo ha enviado. Es claro el mensaje: ellos que discutían quién era el más grande reciben la enseñanza que en la comunidad cristiana, la máxima jerarquía es la de ese “pequeño”. Es el Dios grande que se hizo pequeño… Esa es la paradoja que los discípulos no pueden entender; se escandalizan.

Será el Espíritu Santo el que les enseñará todo. Será el que les hará gustar y gozar del misterio de la Pascua. El mismo Espíritu que invocaremos solemnemente en esta tarde de Ordenación Sacerdotal. Como lo hacemos en cada Eucaristía, el sacramento de la nueva Alianza, donde se actualiza la acción redentora de Cristo y él entra en el corazón de su pueblo para renovarlo y hacerlo capaz de una amorosa fidelidad: “Esta copa es la nueva alianza en mi sangre, que es derramada por ustedes” (Lc. 22, 20). Y hoy nos dice San Pablo que es lo que él recibió como enseñanza del Señor: “Hagan esto en memoria mía” (1 Co. 11, 24) (El versículo que elegiste, Darío, para tu vida ministerial).

En este templo emblemático de Quilmes, nuestra Catedral, seremos testigos de otro maravilloso gesto del amor misericordioso de Dios. Ustedes serán ordenados sacerdotes hoy. Muchos de los presbíteros acá presentes, también fueron ordenados aquí. El próximo lunes 19, celebraremos un nuevo aniversario de la ordenación episcopal del Padre Obispo Jorge Novak, realizada en este altar. Hoy lo recordamos con un corazón agradecido.

Cualquiera podría preguntar: ¿para qué ser sacerdote? Para celebrar la Eucaristía y para perdonar los pecados. Toda otra cosa pueden hacerlo las personas laicas, como me lo han oído decir tantas veces en estos años de formación. Nadie puede consagrar el pan y el vino sino el sacerdote. Nadie puede perdonar sacramentalmente los pecados, sino el cura, como popularmente lo sabe la gente. Podremos hacer muchas otras cosas sin ser ordenados sacerdotes, pero nos hacemos curas para hacer esas dos cosas fundamentalmente. La Eucaristía es la presencia real de Jesús para alimentar a su pueblo, y el sacerdote está ordenado para celebrarla; “Hagan esto en memoria mía” (1 Co. 11, 24) De aquí nacerá la preocupación de ustedes para que la gente tenga lo necesario para vivir bien, dignamente. El compromiso social del sacerdote nace de esa misión de vivir para la Eucaristía y de la Eucaristía. Será esa Misa que celebrarán la que los vaya formando a su imagen; ser como el alimento sencillo y fuerte para la gente; bondadosos como el pan. Entregándose en cuerpo y alma por su pueblo, como Cristo inmolado en la cruz. De esa Eucaristía nace la preocupación social del sacerdote y le da su fuerza espiritual para no desfallecer en la causa por la justicia y la paz.

“Vivan cada Misa, con el corazón necesitado y déjense sostener por Jesús; y en cada Misa descansen y recuperen el sentido de su sacerdocio. No importa cuántas veces la celebren, sino que cada vez sea la fuerza y el alimento, y nunca una obligación. Esta unión tan especial entre el cura y la Eucaristía no se borra más, porque es la gran marca que el ordenado lleva dentro, es parte esencial del “carácter” del orden sagrado” (Víctor M. Fenández, 21/11/2020)

Son ordenados sacerdotes para absolver los pecados en nombre de Dios. ¡Cuánto dolor hay en los corazones!¡Cuántas heridas causadas por el rencor, el odio, las venganzas, los celos, las envidias, las ambiciones desmedidas, las injusticias de todo tipo, las discriminaciones, los abusos, la soberbia, las traiciones, etc.! Sean imagen del padre que recibe con los brazos abiertos para dar el perdón. La Eucaristía los irá formando en la vida para ser pan para los corazones hambrientos de amor que perdona. A nadie cierren esta fuente de gracia y misericordia. Es preferible que se equivoquen por ser muy comprensivos antes que ser jueces desalmados, inhumanos con la gente. No son curas para eso. “Como decía santo Tomás, eso “vale más que la creación del cielo y de la tierra”. No dejen de agradecer que ustedes como sacerdotes están ahí, participando de ese prodigio que es divino, como cauces que dejan correr el río de la gracia. ”Perdonen setenta veces siete porque Dios perdona setenta veces siete. Y de este sacramento brotará también el ministerio de reconciliar a las personas, de sembrar diálogo, comprensión y paz social”. (ídem)

¡Qué necesarios son los sacerdotes! Por eso, la alegría que nos causa verlos sacerdotes para siempre nos invita a mirar al pueblo de Dios y escuchar a Jesús que dice: “la cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para la cosecha” (Mt. 9, 37-38) Invito a las comunidades que recemos pidiendo esa gracia. Que los que reciben el llamado de Dios, encuentren quiénes los acompañen, los alienten y los ayuden a discernir la voluntad de Dios. Es un compromiso de toda la diócesis para este tiempo. Es la preocupación que tenemos por el futuro de nuestro Seminario. No nos angustiamos, pero no dejamos de pedir ayuda al Señor y a todos ustedes para que, con una imaginación creativa, vayamos consolidando una pastoral vocacional entusiasmante para las juventudes de hoy.

Querido Darío, querido Guillermo: les deseo que sean curas felices. Serán felices en la medida que se sepan cada día instrumentos de la gracia de Dios. El Señor Jesús es el Buen Pastor. Nosotros sólo sus instrumentos. Él seguirá apacentando a su pueblo a través de ustedes. Déjense pastorear por Él, y en esa medida, siendo instrumentos de su amor, serán buenos y felices pastores en su Reino. Ya están jugados por Él y por su pueblo. Déjense amar por Él como son, y conscientes de su fragilidad, amen con todo su ser a los demás.

Se han consagrado a Dios para orar por su pueblo. No dejen de rezar. En la oración podrán hacer vida la palabra de Jesús “permanezcan en mí” (Jn. 15, 4) Al modo del Santo Cura Brochero sean hombres de oración. Así lo atestigua el Santo Cura cuando le escribe a su compañero de curso (Mons. Yañiz, Martin): “Me ha movido escribirte porque tres veces he soñado que he estado en funciones religiosas junto contigo, y también porque el 4 del entrante mes enteramos 47 años, a quienes eligió Dios para príncipes de su corte, de lo cual le doy siempre gracias a Dios, y no dejo ni dejaré aquellas cortitas oraciones que he hecho a Dios, a fin de que nos veamos juntos en el grupo de los apóstoles en la metrópoli celestial” (José Gabriel Brochero, 28 de octubre de 1913)

En la carta que cada uno me escribió pidiendo la ordenación presbiteral, me dicen que han hecho el retiro en el Monasterio de las Carmelitas de Mar del Plata. Inmediatamente pensé en el cardenal Pironio. Sé que ustedes lo aprecian mucho. Lo ví personalmente por primera vez en Mar del Plata, en el año 1973. Termino con una cita suya de la conocida “Meditación para tiempos difíciles”: “Hacen falta hombres nuevos, capaces de saborear la cruz y contagiar el gozo de la resurrección, capaces de amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a sí mismos, capaces de experimentar la cercanía de Jesús y de contagiar al mundo la esperanza… Hombres que han experimentado a Dios en el desierto y han aprendido a saborear la cruz… Porque, en la fidelidad a la Palabra, han comprendido que los tiempos difíciles son los más providenciales y evangélicos, y que es necesario vivirlos desde la profundidad de la contemplación y la serenidad de la cruz. De allí surge para el mundo la victoria de la fe (1 Jn 5,4), que se convierte para todos en fuente de paz, de alegría y de esperanza” (Ed. Patria Grande. 1976. Pg. 62-63)

Que la Inmaculada Concepción, que estuvo desde el inicio del llamado de ustedes, los cuide y los abrace siempre con ternura.

+ Carlos José Tissera
Obispo de Quilmes

La imagen de la Virgen de Luján que inició la peregrinación por la Familia Grande de los Hogares de Cristo el pasado el 07 de agosto y que la finalizará en febrero 2023, en el marco de los 15 años del Hogar de Cristo y los 10 años del pontificado de Francisco, los próximos días de septiembre visitará la Diócesis de Quilmes:

Jueves 15: 
Hogar Novak 
(Villa Itatí, Don Bosco)

Viernes 16: 
Hogar Nuestra Señora de Luján 
(San Francisco Solano)

Sábado 17: 
Hogar Saber que se puede
(Berazategui)

Domingo 18:
Hogar Jorge Novak, Amigo de los pobres
(Zeballos, Florencio Varela)

Carpa Misionerapara el II Encuentro de Mesa diocesana de Consumo Problemático
(879, 808 del Barrio Km 13, Quilmes Oeste)

La consigna de la peregrinación, que tiene el objetivo unir los centros barriales con la presencia de la Virgen de Luján  es «Ni un pibe menos por la droga». Es una iniciativa de la Familia Grande de los Hogares de Cristo y de Cáritas Argentina.

El próximo domingo 18 de septiembre se realizará en Argentina la Jornada Nacional de Oración y Reflexión contra la Trata de Personas, con motivo de la cercanía al Día Internacional contra la Explotación Sexual y el Tráfico de Mujeres, Niñas y Niños, que se conmemora el 23 de septiembre. 

Desde el Equipo “No a la Trata” de la Comisión Nacional de Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal Argentina explican que “la fecha rinde homenaje a la sanción en Argentina de la ley Palacios, en 1913, primera norma en el mundo que estableció como delito promover o facilitar la prostitución de mujeres y dispuso simultáneamente normas para la protección de las víctimas. 

Desde entonces muchas naciones han dictado leyes semejantes y ciento cincuenta y cinco han ratificado el Protocolo de Naciones Unidas Contra la Trata. Sin embargo, aún hay muchas naciones que no tienen leyes y muchas de las que sí las tienen, no registran condenas por este grave delito. 

En Argentina, entre tanto, se desarrolla una intensa campaña para que se considere la prostitución como un trabajo, lo que ha sido recogido en algunos estamentos del gobierno nacional. Esta campaña está impulsada por quienes explotan la prostitución, con el objetivo de que se abandone la honrosa tradición abolicionista que tiene nuestra Patria“
.

Este equipo nos recuerda que el Papa Francisco decía en la Conferencia Internacional sobre la Trata de Seres Humanos el 11 de abril de 2019 que “la trata constituye una violación injustificable de la libertad y la dignidad de las víctimas, dimensiones constitutivas del ser humano deseado y creado por Dios, por lo que debe considerarse un crimen de lesa humanidad”.

Ingresando en www.obisquil.org.ar/wp-content/uploads/2022/09/GUION-para-la-MISA-18-de-septiembre.pdf  se puede leer y descargar un guion de misa para celebrar la Jornada Nacional de Oración y Reflexión contra la Trata de Personas el próximo fin de semana.

HOMILÍA DE LA MISA DE LA 44ª PEREGRINACIÓN DIOCESANA A LUJÁN
Domingo 11 de septiembre de 2022

«Con María nos ponemos en camino»

“Aliviando el dolor de hoy, alimentamos la esperanza”

Hermanas y hermanos:

Qué alegría poder juntarnos nuevamente aquí, para visitar a nuestra querida Madre, la Virgencita de Luján, patrona de la Patria.

El año pasado pudimos venir algunos, y aquí despedimos al Padre Obispo Maxi, quien se iba a hacer cargo de la Diócesis de Avellaneda-Lanús y también celebramos los 45 años de la Diócesis de Quilmes.

Este año, gracias a Dios, podemos venir normalmente. Juntando pesito con pesito, nos hemos organizado para decir PRESENTE en este segundo domingo de septiembre, como desde hace casi 45 años lo hace la Diócesis de Quilmes. Es un legado que nos ha dejado el inolvidable Padre Obispo Jorge Novak, imborrable en nuestro recuerdo agradecido.

“Aliviando el dolor de hoy, alimentamos la esperanza”. Es el lema de la colecta Más por Menos, que lo asumimos todos para rezar juntos por la paz y la justicia en nuestra Argentina.

Aliviando el dolor… Hemos llegado hoy, portando la imagen peregrina de la Virgen de Luján, que el pasado 7 de mayo llevamos desde este Santuario para Quilmes. En la Fiesta de Corpus Christi, empezó a recorrer los tres partidos de la diócesis, empezando por Berazategui. Todos los Obispos de la Región de Buenos Aires hemos hecho lo mismo. La Virgen va visitando a todas las comunidades “aliviando el dolor” por todo este gran Buenos Aires.

Es la Madre que se acerca a sus hijos para consolarlos. Hubo muertes en las familias, también sacerdotes y diáconos; hay hermanas y hermanos que están haciendo sus duelos; muchos estuvieron gravemente enfermos, algunos de ellos cargando aún con las consecuencias de esta peste tremenda que nos azotó.

La situación socioeconómica del país, con altos niveles de pobreza debida a múltiples causas, sigue causando mucho sufrimiento en las familias. Necesitamos encontrarnos para fortalecernos en el caminar, al calor de la ternura de la Madre del Cielo. Ella es consoladora de los afligidos. Por eso es que decimos: “Aliviando el dolor de hoy, alimentamos la esperanza”.

También lo hacemos con esta Colecta Más por Menos que se realiza este fin de semana en todo el país. Queremos colaborar para aliviar tanto dolor, y hacer crecer la esperanza de un país mejor; una Argentina más fraterna y solidaria, con gestos concretos más que con palabras.

El Evangelio que hemos leído también trae alivio a nuestra alma. Contemplamos a Jesús caminando hacia Jerusalén, seguido de grandes multitudes: pobres, enfermos, atormentados por malos espíritus, prostitutas, publicanos, pecadores… los desahuciados o descartados de la sociedad. Esos son los que se acercan a Jesús “para escucharlo”. También hay otro grupo bien definido: los escribas y fariseos. Ellos son los que se acercan a Jesús “para murmurar”. Jesús muestra claramente su opción: “recibe a los pecadores y come con ellos”. Comparte con ellos la intimidad de la mesa. Los pecadores encuentran en él la acogida que la sociedad les niega, y por eso ellos se acercan a escucharlo. Tiene para ellos un mensaje nuevo que les atraviesa su ser; les gana el corazón. Y desde ese lugar, Jesús cuestiona la seguridad, la certeza de los fariseos, piadosos y devotos, cumplidores de la ley; que creen en un Dios que sólo recibe a los perfectos y rechaza a los que no observan la ley.

En ese ambiente, ante esos dos auditorios, bien definidos, con tres parábolas (hoy leímos dos) del capítulo 15 de Lucas, Jesús revela cómo es Dios y cuál es su actitud, llena de misericordia y ternura para con los pecadores.

En esas parábolas nos enseña que Dios tiene la iniciativa; él va “a buscar” la oveja que se perdió. Su amor es totalmente gratuito e inmerecido. Él no abandona a nadie, por más que hayamos tomado caminos muy equivocados. La parábola deja en claro que el hombre que perdió la oveja no pierde tiempo quejándose, lamentándose. Y cuando la encuentra, no hay palabras de reproche. “La carga sobre sus hombros, lleno de alegría”; comparte su alegría con los amigos y vecinos: hay ternura, alegría, fiesta. “Aliviando el dolor de hoy, alimentamos la esperanza”.

Y es clara la enseñanza para los fariseos, para los que “murmuraban” contra Jesús. “Les aseguro, de la misma manera, habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta, que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse”. El cambio de vida, la adhesión al proyecto de Jesús de parte del que se reconoce pecador, es motivo de mayor alegría que la conducta intachable de los cumplidores de la Ley.

Renovados por su amor misericordioso, seguimos el camino con Jesús, acogidos por la comunidad de discípulos perdonados. Experimentando el amor de Aquél que se hizo pobre por nosotros, que se abajó a nuestras pobrezas y miserias, que se arremangó para lavarnos los pies, sintiendo hondamente ese amor gratuito de Dios, podemos también seguir su ejemplo, reconociéndolo vivo en nuestros hermanos necesitados de amor, de ternura, de consuelo y alegría. Así crece la esperanza.

Como seguidores de Jesús, también nosotros lo hacemos presente en nuestras comunidades, en nuestros barrios, lugares de trabajo o de estudio, aliviando tantos dolores y sufrimientos, físicos y espirituales. Todos nosotros tenemos presente la lección que nos han dejado tantas hermanas y hermanos que durante la pandemia fueron buenos samaritanos para los que sufrían tantas necesidades. Servidores de verdad que, aún a riesgo de sus vidas, no bajaron la guardia para aliviar el dolor físico y moral que nos golpeó tan duramente. A ellos, a esas servidoras y servidores de la salud, agentes sanitarios en general, este aplauso agradecido a los pies de la Virgen de Luján.

También para los que se organizaron para que no faltara el pan de cada día en los barrios y comunidades, a todas las voluntarias y voluntarios de comedores, merenderos, hogares y refugios, muchos de ellos jóvenes con el sólo afán de servir, les decimos desde aquí: ¡Gracias! Ustedes han sido la mano fraterna que nos sostuvo en los momentos más duros y oscuros de la pandemia.

Y hoy, también nuestro corazón se expresa en agradecimiento profundo a las y los docentes, en este “Día del Maestro”. En la pandemia fueron una luz en la oscuridad. Cómo se las ingeniaron para estar cerca de sus alumnos, para sostenerlos, escucharlos, estimularlos, acompañarlos, además de compartir conocimiento. “En tiempos en que la sociedad pareciera priorizar el conflicto, volvamos a recordar las reglas de convivencia que aprendimos en la escuela, de nuestros maestros: el respeto por el otro, la posibilidad de diálogo, el valor de la palabra” (Adrián Álvarez; presidente del Consudec)

No menos dolorosa es la pandemia de los intereses oscuros que recurren a las armas para eliminar al otro, como lo vemos tristemente en las guerras que se han desatado en la humanidad, algunas desde hace varios años. ¡Cuánta necedad! ¡Cuánta sangre inocente derramada! Las armas no son el camino; la violencia no es de Dios. Justicia y paz van de la mano. Es lo que pedimos a Dios, a quien llamamos: Padre nuestro. Padre de todos. Por tanto: ¡hermanos todos!

Convocados por el Episcopado Argentino, hoy la Iglesia de Quilmes está presente en Luján para rezar por la paz y la fraternidad entre todos los argentinos. La violencia, física o verbal, no es el camino. Por eso, hemos repudiado el atentado contra la vicepresidenta de la Nación, perpetrado el pasado 1° de septiembre. El camino es el del diálogo sincero y despojado de mezquinos intereses, buscando el bien común de este querido pueblo argentino. Siguen siendo tan actuales los versos del Martín Fierro: “Los hermanos sean unidos porque esa es la ley primera. Tengan unión verdadera en cualquier tiempo que sea, porque si entre ellos pelean, los devoran los de afuera”. En estos momentos de la Patria, vienen al corazón las palabras de Jesús: “Yo los envío como a ovejas en medio de lobos: sean entonces astutos como serpientes y sencillos como palomas” (Mt. 10, 16)

«Con María nos ponemos en camino». La Virgen peregrina seguirá recorriendo los partidos de la Diócesis, mientras transcurre este tiempo sinodal, sintiéndonos en comunión con el Papa Francisco que nos ha convocado al Sínodo universal, precisamente para revitalizar la “sinodalidad” en la Iglesia, algo que tanto soñó y puso en práctica nuestro querido Siervo de Dios, el Padre Obispo Jorge Novak. Una Iglesia que es comunión, participación y misión.

«Con María nos ponemos en camino».

La Virgen de Luján nos dice: Diócesis de Quilmes: ¡Canta y camina!

La Virgen de Luján nos dice al pueblo argentino: Argentina: ¡Canta y camina!

+ Carlos José Tissera
Obispo de Quilmes

El fin de semana del sábado 10 y domingo 11 de septiembre se realizará la Colecta Nacional “Más por menos” en su 53° edición, con el lema “Aliviando el dolor de hoy, alimentamos la esperanza”.

Esta iniciativa, organizada por la Comisión Episcopal de Ayudas a las Regiones Más Necesitadas, dependiente de la Conferencia Episcopal Argentina, es un puente de comunicación entre los que más tienen y los que tienen poco o nada.

Lo recaudado permitirá ayudar a las comunidades más pobres de las diócesis más necesitadas de Argentina, para sus comedores infantiles y populares, para construcción y reparación de viviendas, para emprendimientos laborales, apoyo a hogares de niños y asilos para ancianos, para construcción y equipamiento de salones multiuso, para apoyo a establecimientos educativos, a centros de salud, a talleres de artes y oficios, y para el accionar de la labor pastoral.

Además del fin de semana de la colecta, se pueden hacer donaciones a “Más por menos” durante todo el año: Las formas de ayudar se pueden encontrar en http://colectamaspormenos.com/formas-de-donar/

El fin de semana de la colecta se puede colaborar en las Parroquias, Colegios, Capillas e Instituciones Católicas y también de las formas indicadas a continuación:

1. Depósito o transferencia bancaria a la Cuenta Corriente en Pesos
“CONFERENCIA EPISCOPAL ARGENTINA” – Nº 00013892/9 del Banco Santander, Casa Central – CUIT 30-51731290-4
CBU: 07200007-200000013892-90. (Enviar comprobante y datos del donante a colectamaspormenos@cea.org.ar)

2. Código QR: A través de Mercado Pago, escaneando con el teléfono celular el código que aparece en http://colectamaspormenos.com/formas-de-donar/, e indicando el importe que se desea donar para “Más por menos”.

3. Con Débito Mensual Automático con Tarjetas de Crédito (Visa, American Express, Mastercard y Diners. (siguiendo los pasos que se indican en http://colectamaspormenos.com/)

4. En cualquier sucursal de la Red PAGO FACIL, con la sola presentación del documento (indicando que es para la Colecta Más por Menos).

Más información en en el sitio www.colectamaspormenos.com, a través del correo colectamaspormenos@cea.org.ar, en el teléfono (011) 4394-2065 o en el celular (011) 15-5148-0286

El Equipo de Pastoral de Salud de la Diócesis de Quilmes invita el próximo sábado 10 de septiembre a la reunión diocesana en el Hospital El Cruce con la Dra. Isabel Pincemin, especialista en tratamientos paliativos para enfermedades crónicas o terminales.

La reunión se llevará a cabo entre las 10.00 y las 13.00 en Avenida Calchaquí 5401, Florencio Varela

Protocolo Nº 310/2022

Circular Nº 14/2022

Quilmes, 06 de septiembre de 2022

Queridos hermanos y hermanas:

El próximo fin de semana, 10 y 11 de septiembre, la Iglesia en Argentina llevará adelante la Colecta Nacional Más por Menos, y así motivar la solidaridad para con las regiones más desfavorecidas de nuestra patria.

Desde la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina se invita «a todas las parroquias, capillas, comunidades eclesiales, movimientos e instituciones» para que, en el contexto de esta campaña, recemos «por la paz y la fraternidad entre todos los argentinos y argentinas». Nos recuerdan que el lema de este año es «Aliviando el dolor de hoy, alimentamos la esperanza», y que, por eso, se nos anima «a unirnos en la oración que cura las heridas, levanta la mirada y nos hace testigos de fraternidad y diálogo sincero».

El próximo domingo, como diócesis de Quilmes, visitaremos a nuestra Madre de Luján en nuestra 44ª peregrinación diocesana. Amparados bajo su manto y cubiertos por su ternura, elevaremos con Ella a nuestro buen Dios nuestra oración confiada y serena «por la ansiada paz social, el diálogo entre los líderes y los responsables de las distintas dirigencias» de nuestro país.

Queremos invitar a que también en todas las misas y celebraciones de este fin de semana esté presente esta intención particular para que, como nos piden nuestros obispos, «testimoniemos sentida y concretamente que, aún en medio de la diversidad podemos encontrarnos, reconocernos hermanos y compañeros de camino y así renovar nuestra esperanza».

+ Carlos José Tissera
Obispo de Quilmes