Mensaje de Carlos José Tissera, Obispo de Quilmes, con el saludo a los y las catequistas en el día de San Pío X, el 21 de agosto:

«Ser catequista no es un trabajo, es una misión […] son quienes van enseñando los caminos de la fe sin mucho barullo, y con el testimonio de la vida cristiana»

Obispo Carlos Tissera

HOMILIA DE LA MISA DEL DOMINGO XX DURANTE EL AÑO
Encuentro Nacional de Caritas
Tanti – 14 de agosto de 2022

Hermanas y hermanos:

Hoy Jesús nos dice: “yo he venido a traer fuego sobre la tierra”. Él quiere encender en el mundo el fuego del Espíritu, el fuego de Pentecostés, la energía transformadora que “renueva la faz de la tierra”, haciendo desaparecer lo antiguo y abriéndola a la nueva creación. Es un fuego que quema el corazón, alimenta la vida y la impulsa por los caminos del Reino de Dios, extendiéndolo a toda la humanidad. Es el deseo más profundo de Jesús: “¡Y cómo desearía que ya estuviera ardiendo!”.

Este proyecto encontrará la oposición, será acogido por algunos y rechazado por otros que al final asesinarán a Jesús en un bautismo de sangre: ”Tengo que recibir un bautismo, ¡y qué angustia siento hasta que esto se cumpla plenamente!”. En realidad, es un proyecto de amor, de paz y justicia, de reconciliación universal y de armonía con toda la creación, pero causa separación, porque muchos no lo aceptarán, tal vez por desconocimiento, muchas veces por intereses opuestos, o por simple flojera y dejar las cosas como están. Todos los intentos de cambio desencadenan conflictos, entre las fuerzas que prefieren no cambiar nada y las que intentan abrir caminos nuevos, entre la paz del orden establecido y la lucha por un mundo más humano y una vida plena.

Se cumple la profecía del anciano Simeón: “Este niño será causa de caída y de elevación para muchos en Israel; será signo de contradicción”. Frente a él no es posible la neutralidad. La adhesión a su mensaje será motivo de unión o de división en la misma familia y en la sociedad.

El autor de la carta a los Hebreo se dirige a la primitiva comunidad cristiana que vive durísimas pruebas, rodeada ya de una nube de testigos (mártires), y les dice: “Fijemos la mirada en el iniciador y consumador de nuestra fe, en Jesús… Piensen en Aquél que sufrió semejante hostilidad por parte de los pecadores, y así no se dejarán abatir por el desaliento”.

“Somos Caritas, misión y servicio”. Nos hemos encontrado en Tanti, para dejarnos transformar por el fuego del Espíritu. El fuego de su amor arde en la Eucaristía: “no hay mayor amor que dar la vida por los amigos”. El evangelio de Juan dice: “Antes de la fiesta de Pascua, sabiendo Jesús que había llegado la hora de pasar de este mundo al Padre, él, que había amado a los suyos que quedaban en el mundo, los amó hasta el fin”. Y se puso a lavar los pies de sus discípulos. Luego les dijo: “Les he dado el ejemplo, para que hagan lo mismo que yo hice con ustedes”. El Santo Cura Brochero, en uno de los pocos comentarios escritos, dice: “En la última Cena, el corazón de Jesús explotó de amor”.

“Somos Caritas, misión y servicio”. El Papa Francisco ha querido evidenciar esta admirable unidad “misión-servicio” en la Exhortación Apostólica “Evangelii gaudium” dedicando el capitulo IV a “La dimensión social de la evangelización”.

Esta indivisible unidad entre misión y servicio nace del corazón mismo del Evangelio; es el espíritu de las Bienaventuranzas.

El fuego que trae Jesús es el espíritu que arde potentemente en las Bienaventuranzas. El Espíritu nos lleva a contracorriente. Si bien este mensaje (de las bienaventuranzas) de Jesús nos atrae, en realidad el mundo nos lleva hacia otro estilo de vida. Aquí se da la lucha del cristiano. Las bienaventuranzas de ninguna manera son algo liviano o superficial; al contrario, ya que sólo podemos vivirlas si el Espíritu Santo nos invade con toda su potencia y nos libera de la debilidad del egoísmo, de la comodidad, del orgullo”. (GE 65)

“Somos Caritas, misión y servicio” porque queremos vivir las Bienaventuranzas, guiados por el “gran protocolo” que Jesús nos propone en el capítulo 25 del evangelio de Mateo, como un comentario de la bienaventuranza: “Felices los misericordiosos”; “porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; estaba de paso, y me alojaron; desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; preso, y me vinieron a ver» (25, 35-36)

La pandemia ha cambiado nuestra vida y a nuestra sociedad. El Papa Francisco ha sido la persona que nos ayudó a transitar este tiempo crítico. Los hizo con palabras y gestos. Se ha grabado en nuestro corazón el momento en que el Papa Francisco apareció en la Plaza San Pedro como un piloto de tormentas, para guiar a la humanidad en una de sus noches más oscuras. También recordamos sus alentadoras palabras de aquel viernes 27 de marzo de 2020:

“Al igual que a los discípulos del Evangelio, nos sorprendió una tormenta inesperada y furiosa. Nos dimos cuenta de que estábamos en la misma barca, todos frágiles y desorientados; pero, al mismo tiempo, importantes y necesarios, todos llamados a remar juntos, todos necesitados de confortarnos mutuamente. En esta barca, estamos todos”.

En la pandemia nuestra Iglesia se mostró samaritana y cordial. Nos hizo más humildes y a la vez nos regaló la alegría de servir. Nos santificó, y nos hizo ver que hay muchos santos caminando con nosotros, y que “no son de los nuestros”. La pandemia nos hizo ver que Dios actúa más allá de los frágiles medios humanos de la Iglesia. El fuego de amor enardeció y transformó una cantidad inmensa de corazones de hombres y mujeres, entre ellos muchos jóvenes que, en lugar de quedarse en la queja paralizante, se preguntaron qué podían hacer de bueno por los demás. Dios llamó a muchos para la misión y el servicio, más allá de “nuestras fronteras”. Desde las mismas periferias existenciales surgieron corazones generosos y disponibles, ocasionales samaritanos que reconocieron al Cristo herido al costado del camino, vendaron sus heridas y los cargaron sobre sus hombros.

“Somos Caritas: misión y servicio”. “Somos Caritas: presencia que cuida, vínculos que hermanan y audacia que transforma”.

Hemos llegado a Tanti culminando la Caminata Institucional 2021-2022. Las imágenes de la Virgen de Luján y de San José con el Niño han recorrido nuestras diócesis. Sólo Dios sabe cuántas personas han sido consoladas, acompañadas y escuchadas por nuestro Dios que nunca abandona.

Desde nuestras Caritas nos hemos unido al proceso sinodal vivido en la Asamblea Eclesial de América Latina y del Caribe, y al camino que hace la Iglesia universal hacia el Sínodo sobre la sinodalidad del 2023: “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión”.

La cartilla que nos acompañó en este camino de discernimiento espigó algunos párrafos del precioso libro “Soñemos juntos” del Papa Francisco, compuesto con un escritor y periodista inglés. En él encontramos verdaderas perlas para nuestra misión y servicio. Solamente les comparto estas palabras inspiradoras:

“¿Cuál es el fruto más grande de una crisis personal? Diría que la paciencia, condimentada con un sano sentido del humor, que nos permite aguantar y crear espacio para el cambio. Cuando hablo de cambio, quiero decir que esas personas que están ahora en la periferia se conviertan en los agentes del cambio de la sociedad”.

Vienen nuevamente a nuestros corazones en esta noche las palabras del Evangelio de hoy:

“Yo he venido a traer fuego sobre la tierra, ¡y cómo desearía que ya estuviera ardiendo!”

+ Carlos José Tissera
Obispo de Quilmes
Presidente de Cáritas Argentina

Hermanos diáconos:

¡Feliz día!

En esta fecha tan querida para cada uno de ustedes, haciendo memoria de San Lorenzo, diácono y mártir, quiero expresarles mi saludo agradecido. Anticipadamente lo he hecho el sábado 6 de agosto en la celebración eucarística que compartimos en la Casa Santo Cura Brochero. Hemos pasado un hermoso momento de oración y de fraternidad en torno a la mesa.

En este día recordamos a los hermanos diáconos que nos han precedido y que comparten esta fiesta desde el Cielo. Son los que pasaron las tribulaciones del mundo y ahora gozan del premio que Dios da a los que le han servido hasta el fin. También recordamos a las esposas, hijos y familiares de los diáconos que partieron. También deseamos que estén junto a Jesús, la Virgen y los santos y santas gozando de la gloria celestial.

Como les he compartido en la homilía del pasado sábado, los invito a que ustedes sean los que de un modo particular se pongan al hombro la pastoral bautismal en estrecho vínculo con sus sacerdotes y consejos pastorales. En este tiempo doloroso y desafiante de la pandemia, Dios mismo nos ha mostrado un camino. Son los nuevos hijos que Dios ha regalado a las familias, cuyos padres han acudido inmediatamente para hacerlos bautizar. Es el sacramento más solicitado en este tiempo. En cada parroquia tendrán que velar para recibir el regalo de la vida nueva, y acompañar la fe de nuestro pueblo creyente que presenta a sus hijos para ser bautizados. Facilitarle todos los medios a nuestro alcance para que realmente sea una celebración de la familia, donde el bautizado, los padres y padrinos, particularmente, son los protagonistas, y el Espíritu Santo el principal actor de ese primer encuentro con Cristo.

Permítanme transcribir unas frases del Papa Francisco, tomadas de su última Carta Apostólica “Desiderio Desideravi”, del 29 de junio de 2022.

“Nuestro primer encuentro con su Pascua es el acontecimiento que marca la vida de todos nosotros, los creyentes en Cristo: nuestro bautismo… En perfecta continuidad con la Encarnación, se nos da la posibilidad, en virtud de la presencia y la acción del Espíritu, de morir y resucitar en Cristo”

“El modo en que acontece es conmovedor. La plegaria de bendición del agua bautismal nos revela que Dios creó el agua precisamente en vista del bautismo. Quiere decir que mientras Dios creaba el agua pensaba en el bautismo de cada uno de nosotros, y este pensamiento le ha acompañado en su actuar a lo largo de la historia de la salvación cada vez que, con un designio concreto, ha querido servirse del agua. Es como si, después de crearla, hubiera querido perfeccionarla para llegar a ser el agua del bautismo”

“Y por eso la ha querido colmar del movimiento de su Espíritu que se cernía sobre ella (cfr. Gén 1,2) para que contuviera en germen el poder de santificar; la ha utilizado para regenerar a la humanidad en el diluvio (cfr. Gén 6,1-9,29); la ha dominado separándola para abrir una vía de liberación en el Mar Rojo (cfr. Ex 14); la ha consagrado en el Jordán sumergiendo la carne del Verbo, impregnada del Espíritu (cfr. Mt 3,13-17; Mc 1,9-11; Lc 3,21-22). Finalmente, la ha mezclado con la sangre de su Hijo, don del Espíritu inseparablemente unido al don de la vida y la muerte del Cordero inmolado por nosotros, y desde el costado traspasado la ha derramado sobre nosotros (Jn 19,34). En esta agua fuimos sumergidos para que, por su poder, pudiéramos ser injertados en el Cuerpo de Cristo y, con Él, resucitar a la vida inmortal (cfr. Rom 6,1-11)” (nn. 12-13)


En su gran amor Dios ha regalado al pueblo cristiano el saborear la sublime realidad del Bautismo. 

En la celebración alegre del Bautismo tenemos la ocasión de conocer a tanta gente, y volver a ver a otros. Es allí donde, con nuestra creatividad, podemos establecer vínculos, o fortalecerlos, para hacerlos sentir parte de nuestra familia eclesial. En los hermanitos, ver a futuros catequizandos; en padres, madres y padrinos, ver posibles agentes para diversas pastorales. Mantener los contactos para invitarlos a diferentes acontecimientos de la vida parroquial o barrial; tenerlos en cuenta para la variada actividad misionera de la comunidad.

En este Camino Sinodal Diocesano necesitamos de una decidida pastoral bautismal que renueve en todas las comunidades, en cada uno de nosotros, nuestra común vocación de ser discípulos misioneros de Jesús.

En este día, me dirijo de modo particular a los diáconos enfermos, a los diáconos con muchos años y con dificultades para el servicio presencial: les agradezco el ofrecimiento de sus oraciones y sufrimientos por todo el pueblo de Dios. El Señor los fortalezca con su Espíritu.

Queridos diáconos, mi saludo se extiende a sus esposas y a sus hijos. Les agradecemos porque comparten el tiempo y la vida de ese hombre consagrado a Dios, esposo y padre, para que todo el pueblo cristiano se enriquezca con su ministerio. ¡Muchas gracias y feliz día para toda la familia!

¡Feliz día del Diácono! ¡Dios los bendiga!

La Virgen y San Lorenzo los cuiden.

Los saludo con un fraternal abrazo

+ Carlos José Tissera
Obispo de Quilmes

Luego de 3 meses del fallecimiento del Presbítero Carlos Abad, el Padre Obispo Carlos José Tissera confía la misión de párroco de Nuestra Señora de la Paz del Decanato Quilmes Centro (Ascasubi 212, Bernal) al Presbítero Daniel Fernando Moreno.

El Padre Daniel iniciará su ministerio pastoral el domingo 23 de octubre a las 11.00 en el misa que presidirá el Padre Obispo Carlos en el templo parroquial.

Damos gracias a Dios porque en su infinita providencia provee de un pastor para seguir caminando junto  a esta comunidad. El Padre Obispo Carlos agradece especialmente a los presbíteros Gustavo Módica y Adolfo Bertinelli, y a los diáconos por la disponibilidad de estos meses acompañando a esta comunidad parroquial.

Compartimos la invitación del P. Armano Dessy, Canciller de la Diócesis de Quilmes, Párroco emérito y Director Pastoral de Nuestra Señora de la Esperanza de Florencio Varela, y Asesor de la Fazenda de la Esperanza “San Lorenzo”, y de Ricardo Rodríguez Gordillo, responsable de la Fazenda, a participar el 12º aniversario de fundación del centro de recuperación de adicciones de la Diócesis de Quilmes que se llevará a cabo el próximo domingo 07 de agosto a las 12.00 en Bruselas 2040, Complejo habitacional Santa Rosa, Florencio Varela.

Florencio Varela, 03 de agosto de 2022

A la Gente Amiga de la 
Fazenda de la Esperanza
“San Lorenzo”        
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De nuestra consideración:

Tenemos el agrado de saludar a Ustedes en nuestro carácter de responsables de la Fazenda de la Esperanza “San Lorenzo” agradeciéndoles nuevamente la atención brindada a esta Institución en más de una oportunidad.

En motivo de la presente es invitarlos a la Celebración de nuestra Fiesta Patronal en el Décimo segundo Aniversario de la Fundación ―el 10/08/2010, día de San Lorenzo Diácono y Mártir― de esta Fazenda de la Esperanza “San Lorenzo”. 

Fue en ese día, hace ya doce años, cuando el entonces Obispo de Quilmes, el Padre Obispo Luis Stöckler, con la compañía de los dos Fundadores de las Fazendas (Fray Hans Stapel y Nelson Giovanelli), decidieron formalmente la creación de esta Fazenda, en ese momento la primera en la Provincia de Buenos Aires y, hasta el momento, la única en el Gran Buenos Aires. 

Dicha decisión fundacional fue tomada luego de la visita que efectuaron ese día al Sr. Ingeniero Don Adolfo de la Fuente, quien les manifestó su voluntad de donar el predio de catorce hectáreas en que se halla nuestra Institución. Pocos meses después –y ya efectuada la escrituración del predio—su inauguración fue el 13 de marzo del 2011.
            
La Celebración será el próximo domingo 7 de agosto con la Misa de las 12 horas., en la cual se procederá al envío como “Embajadores de la Esperanza” de algunos jóvenes que ya han cumplido su año de recuperación en nuestro centro.

A la espera de contar con la grata presencia de Ustedes y agradeciéndoles nuevamente su atención hacia nuestra Casa, lo saludamos muy atentamente.
 

Padre Armando Ireneo Dessy
Párroco/Asesor

Ricardo Rodriguez Gordillo
Responsable de la Fazenda

Queridos hermanos sacerdotes:

En este día sacerdotal, tradicional DÍA DEL PÁRROCO, en la memoria del Santo Cura de Ars, quiero desearles un ¡Feliz día!

En nuestro “Camino sinodal diocesano” hemos escuchado la voz del Señor y la voz de nuestro pueblo, parafraseando al Beato obispo mártir Enrique Angelelli, que hoy conmemoramos el 46° aniversario de su martirio.

Hemos escuchado tantas experiencias de hermanas y hermanos visitados por el dolor y el sufrimiento en esta larga pandemia, entre los cuales también hay hermanos sacerdotes. Por ello quiero expresarles mi saludo agradecido en este día por tanta vida entregada al servicio de nuestro pueblo fiel. Solo Dios sabe lo que cada uno ha vivido en este tiempo; momentos de gozo profundo y tantos otros de desazón, desilusión o desencanto. En toda situación, en todo recoveco de nuestro caminar el Señor sigue pronunciando el cautivante llamado: “Sígueme”. Con la gracia de su amor hemos respondido “Sí Señor; aquí estoy”.

Hemos sido ordenados para la Eucaristía, para el servicio de nuestro pueblo. Hacernos “uno” con Jesús que muere y resucita, gran misterio celebrado por nosotros cada día.

Quisiera compartirles un párrafo de la reciente Carta Apostólica del Papa Francisco “Desiderio desideravi”, sobre la formación litúrgica del pueblo de Dios. Francisco destaca nuestra misión en el pueblo “Para que este servicio se haga bien –con arte– es de fundamental importancia que el presbítero tenga, ante todo, la viva conciencia de ser, por misericordia, una presencia particular del Resucitado… El propio presbítero se ve sobrecogido por este deseo de comunión que el Señor tiene con cada uno: es como si estuviera colocado entre el corazón ardiente de amor de Jesús y el corazón de cada creyente, objeto de su amor. Presidir la Eucaristía es sumergirse en el horno del amor de Dios. Cuando se comprende o, incluso, se intuye esta realidad, ciertamente ya no necesitamos un directorio que nos dicte el adecuado comportamiento. Si lo necesitamos, es por la dureza de nuestro corazón. La norma más excelsa y, por tanto, más exigente, es la realidad de la propia celebración eucarística, que selecciona las palabras, los gestos, los sentimientos, haciéndonos comprender si son o no adecuados a la tarea que han de desempeñar. Evidentemente, esto tampoco se puede improvisar: es un arte, requiere la aplicación del sacerdote, es decir, la frecuencia asidua del fuego del amor que el Señor vino a traer a la tierra” (cfr. Lc 12, 49)

Que la Virgencita de Luján nos ayude a vivir hondamente el misterio del sacerdocio, y el santo Cura Brochero nos alcance de Dios una “ponchada” de gracias para mejor servir a nuestro pueblo.

¡Feliz día, hermanos queridos!

+ Carlos José Tissera
Obispo de Quilmes

El sábado 06 de agosto se nombrará a la calle 3 de Berazategui «Presbítero Jorge Domingo Thor», en homenaje al sacerdote que acompañó a la comunidad parroquial de Santa Juana Antida de Thouret (Calle 125 e/ 3 y 4, Berazategui) y a las capillas Nuestra Señora de Luján (Calle 3 e/ 120 y Dardo Rocha) y Sagrado Corazón de Jesús y Virgen de Copacabana (Calle 129 e/ 3 y 4) desde 1997 hasta su fallecimiento en 2012. Templos que se encuentran sobre la calle 3 o a metros de la misma.

El acto para renombrar la vía pública se realizará en la intercesión de la calle 3 y la calle 128A a las 11.00 y participará el Intendente Municipal de Berazategui, Juan José Mussi, y el Decano de Berazategui, Presbítero León (Quique) Nisoria, que estará a cargo de la bendición, junto con el Padre Jose Luis Hernandez Bravo, Administrador Parroquial de la comunidad.

Además, y por pedido de la comunidad boliviana, se renombrará a la calle 128A «República Plurinacional de Bolivia». Previo a ello, a las 10.00, se rezará la misa en la Capilla Sagrado Corazón de Jesús y Virgen de Copacabana, patrona de Bolivia, en el día de su fiesta. 


Acerca del Padre Jorge Domingo Thor.

Nació el 19 de abril de 1937 en Effelder (Thüringen, Alemania). Fue ordenado sacerdote el 18 de julio de 1964 y arribó a la Argentina el 15 de novimebre de 1965. Llegó a la Diócesis de Quilmes a mediados de 1995: el 15 de junio fue nombrado por el Padre Obispo Jorge Novak Vicario Parroquial de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro de Quilmes Oeste y luego de desempeñar tareas como Administrador y Vicario Parroquial en Nuestra Señora del Puente de Berazategui y en San Vito de Ezpeleta, asumió el 17 de mayo de 1997 como Administrador Parroquial de Santa Juana Antida Thouret de Berazategui.
Afectado por problemas de salud en los últimos meses, sobrellevó  la enfermedad con mucha entereza, acompañado de feligreses, amigos y también familiares venidos desde Alemania para estar cerca de él. Fallecó el 18 de agosto de 2012.

El domingo 07 de agosto celebraremos la Fiesta de San Cayetano y los tres santuarios de la Diócesis de Quilmes dedicados al santo patrono del Pan y del Trabajo ofrecerán misas para todas las personas que quieran acercarse. Compartimos el horario de las celebraciones:

Santuario de Florencio Varela (El Zonda y El Atalaya km. 26, Florencio Varela)
Misas el sábado 06 a las 22 y el domingo 07 a las 091113151719 21.

Santuario de Quilmes Oeste (Mosconi 21, Quilmes Oeste)
Bendición de los peregrinos a las 00 y misas a las 07091113151719 21.

Santuario de Berazategui (Calle 151 Nº 663 entre calles 6 y 7, Berazategui)
Apertura del templo a las 00 y misas a las 081012141618 20.

El Padre Obispo Carlos José Tissera presidirá las misas de 10 de la mañana en Berazategui, y de 19 en Florencio Varela. Mientras que el Padre Obispo Juan Carlos Romanín sdb, emérito de Río Gallegos, presidirá la misa de 19 en el Santuario de Quilmes Oeste.

Además, este viernes 29 de julio los santuarios comienzan con la novena para preparar el corazón para la Fiesta del 07 de agosto.

Que San Cayetano interceda por las necesidades de cada familia.

La Casa de Espiritualidad Santo Cura Brochero de Bosques abre sus puertas para los Encuentros de Evangelización 2022. En todos los casos, comienzan los viernes a las 20.30 y finalizan los domingos a las 18.30 h.

El calendario de encuentros:

Mujeres
Del 19 al 21 de agosto, y
del 25 al 27 de noviembre.

Mujeres en lengua guaraní
Del 16 al 18 de septiembre.

Hombres
Del 26 al 28 de agosto, y
del 09 al 11 de diciembre.

Hombres en lengua guaraní
Del 28 al 30 de octubre.

Chicas
del 18 al 20 de noviembre.

Muchachos
del 11 al 13 de noviembre.

Personas con discapacidad
Del 04 al 06 de noviembre.

Matrimonios
3 y 4 de septiembre.

Para estos encuentros se utilizará la nueva entrada de la Casa: Pergamino y Pehuajó, Bosques.

Para más información y para anotarse, comunicarse a través del Whatsapp 11 2689-3201, por correo electrónico a casacurabrochero@gmail.com o a través del Facebook Casa «Santo Cura Brochero» – Bosques.

La Junta de Catequesis de la Diócesis de Quilmes invita el lunes 15 de agosto a participar de la Jornada por el Día del Catequista de forma presencial, de 10 a 16 h en la Casa de Encuentros Santo Cura Brochero (Trenque Lauquen 2551, Bosques).

El encuentro de este año estará guiado por el lema «Catequistas: Discípulos que hacen Discípulos» (cfr. Mt. 28, 18-20), que propone trabajar «el acompañamiento catequístico en tiempos de post-pandemia». La misa de apertura será presidida por el Presbítero Lucio Carvalho Rodrigues, Vicario General de la diócesis, y el almuerzo será a la canasta.

Se invita a llevar equipo de mate, anotador y elementos de cotillón. Y se convoca especialmente a las y los catequistas de la diócesis.