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Con el lema «Con la esperanza de una patria más unida, hacia vos vamos, María», el domingo 29 de octubre se realizará la 35º Bicicleteada a Luján de la Diócesis de Quilmes. A las 06.30 se partirá desde el Cruce Varela.

Para más detalles, información de boletos, comunicarse a través del Facebook https://www.facebook.com/profile.php?id=100064319304350 y por el Instagram https://www.instagram.com/bicicleteada_a_lujan/

La propuesta es «Marchar juntos, llegar juntos» y pedalear a una velocidad promedio de 20 km x hora

Domingo 10 de septiembre de 2023

«Que tu manto nos cobije, Virgencita de Luján»

Hermanas y hermanos:

Hemos venido hasta aquí acompañados esta vez con el lema: “Que tu manto nos cobije, Virgencita de Luján”. Como buena madre, Ella recibe a todos sus hijos, sin distinción, para brindarnos el cobijo de su tierno amor y mostrarnos a Jesús, “fruto bendito de su vientre”. Es Jesús quien revela el amor del Padre. Hoy, como en cada encuentro, nos habla. Esa Palabra de vida nos ilumina y nos enciende en su amor.

Tanto el evangelio de Mateo (Mt. 18, 1-20), como las otras dos lecturas, nos habla de la caridad en la comunidad, de manera muy práctica y sencilla. Por ejemplo, la corrección fraterna hecha en un clima de amistad. La caridad es fuente de la vida nuestra. Sin caridad (solidaridad, reconciliación, fraternidad) a la iglesia le falta el alma. Porque la caridad es la presencia misma del Espíritu Santo. Donde hay amor, allí está Dios. Es el Espíritu de Cristo, como él mismo lo dice hoy: “Donde hay dos o tres reunidos en mi nombre, yo estoy presente en medio de ellos”.

La caridad fraterna le da fuerza y valor a la oración. Por eso es que la iglesia privilegia la oración comunitaria. Esta peregrinación, por ejemplo, es expresión de la piadosa oración y de la comunión de la Iglesia de Quilmes. La Peregrinación fortalece nuestra unidad en la fe. Tan claro lo tenía en su corazón de pastor el Padre Obispo Jorge Novak quien, desde 1979, organizó con la ayuda de sacerdotes y fieles esta Peregrinación anual. Siempre había motivos comunitarios, situaciones de la vida de las familias y del pueblo que animaban a venir a Luján, la mayoría “juntando moneditas” para celebrar juntos la fe en la casa de la Madre del pueblo argentino.

Siempre pidiendo: “Que tu manto nos cobije, Virgencita de Luján”.

El mismo Padre Obispo Jorge Novak nos cuenta de ese lazo indisoluble existente entre la fe y la caridad, fuente de la enseñanza social de la Iglesia. En su homilía de la 10ª Peregrinación a Luján (1988), leemos:

“En la 4ª Peregrinación diocesana, en el Camarín de la Virgen hice el voto de levantar la Casa de la Caridad. Este centro de operaciones de la solidaridad cristiana habría de ser el ex voto de reconocimiento de la diócesis en momentos en que se cernía (la guerra) amenazante sobre el cielo de nuestra patria. Tres años más tarde encaramos la «Campaña del amor y de la esperanza» para ofrecer una solución a los «chicos de la calle». Tras sortear muchas dificultades pudimos inaugurar este año los primeros Hogares «Madre Teresa de Calcuta». Hemos de considerarlos como manifestación viva de la «Casa de la Caridad». Como ramificación del árbol de la vida plantado en el centro mismo de la diócesis… Tengamos también en cuenta que, al inaugurar la Casa de la Caridad hace un año (1987), le dí el nombre de «Juan Pablo II», como memoria bien expresiva de la visita apostólica que el Papa acababa de hacernos a los argentinos. Entonces dije y lo recalco ahora, que no eran las placas de bronce o de mármol las que habrían de perpetuar el recuerdo del «maestro de la fe», sino instituciones vivientes, ya que la fe ha de mostrarse operativa por la caridad”.

En estas palabras de nuestro primer obispo contemplamos el corazón del buen pastor que da la vida por sus ovejas. La unión entre fe y las obras; la fe y la caridad. Las huellas que marcó nos comprometen a seguir andando, sin sacar los ojos de Jesús. En él vemos reflejado anticipadamente lo que el Papa Francisco nos dice en su Exhortación Evangelii gaudium: (EG 183)

“Nadie puede exigirnos que releguemos la religión a la intimidad secreta de las personas, sin influencia alguna en la vida social y nacional, sin preocuparnos por la salud de las instituciones de la sociedad civil, sin opinar sobre los acontecimientos que afectan a los ciudadanos. ¿Quién pretendería encerrar en un templo y acallar el mensaje de san Francisco de Asís y de Santa Teresa de Calcuta? Ellos no podrían aceptarlo. Una auténtica fe —que nunca es cómoda e individualista— siempre implica un profundo deseo de cambiar el mundo, de transmitir valores, de dejar algo mejor detrás de nuestro paso por la tierra. Amamos este magnífico planeta donde Dios nos ha puesto, y amamos a la humanidad que lo habita, con todos sus dramas y cansancios, con sus anhelos y esperanzas, con sus valores y fragilidades. La tierra es nuestra casa común y todos somos hermanos. Si bien «el orden justo de la sociedad y del Estado es una tarea principal de la política», la Iglesia «no puede ni debe quedarse al margen en la lucha por la justicia».

Estas palabras del Papa Francisco nos invitan a recordarlo hoy ante la Virgen de Luján. Ayer ha estado compartiendo con él nuestro querido Padre Obispo Eduardo Redondo, quien está unido a esta celebración diocesana. Vaya desde aquí la plegaria y el aplauso para ellos dos.

“Que tu manto nos cobije, Virgencita de Luján”

En estos días hubo una clara adhesión de sacerdotes y fieles al Papa Francisco ocasionada por los dichos insultantes de un candidato presidencial referidos al Papa y descalificativos de la enseñanza social de la Iglesia. Las declaraciones públicas de los dos grupos de sacerdotes nos ayudan a discernir en estos momentos tan importantes de nuestro país. Es necesario seguir fortaleciendo, con nuestro compromiso, el estilo de vida democrático que hace 40 años el pueblo argentino reconquistó con mucho sufrimiento y dolor, como lo atestiguó la vida y el ministerio de nuestro querido Padre Obispo Jorge Novak.

“Que tu manto nos cobije, Virgencita de Luján”

También hace 40 años, nuestra Iglesia de Quilmes celebró su primer Sínodo. Lo celebramos siguiendo nuestro Camino Sinodal Diocesano, en consonancia con el Sínodo sobre la Sinodalidad de toda la Iglesia, cuya asamblea general tendrá lugar en Roma durante el mes de octubre. El título es: “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión”. Las parroquias han ido realizando sus encuentros en estos meses. A partir de octubre, los tres obispos y miembros del Consejo Sinodal Diocesano nos reuniremos con las hermanas y hermanos de cada decanato. Serán muy lindos encuentros, con un mínimo de 15 personas de cada parroquia. Ya están las fechas. La convocatoria es amplia y libre.

“El proceso sinodal ofrece una oportunidad de encuentro en la fe que hace crecer el vínculo con el Señor, la fraternidad entre las personas y el amor a la Iglesia. El protagonista del Sínodo es el Espíritu Santo”.

“De hecho, los problemas, las resistencias, las dificultades y las tensiones no se ocultan ni se esconden, sino que se identifican y se nombran gracias a un diálogo auténtico que permite hablar y escuchar con libertad y sinceridad”. (Del Instrumento de trabajo del Sínodo).


“Que tu manto nos cobije, Virgencita de Luján”

Queremos también dar gracias por los 40 años que cumple CARITAS QUILMES. El viernes 29 de septiembre lo celebraremos festivamente en las instalaciones de UOYEP (Unión Obreros y Empleados Plásticos) Avda. de la Plata. Quilmes Oeste.

Demos gracias al Señor y a la Virgen por nuestro Seminario Diocesano “María, Reina de los Apóstoles” que también cumple sus 40 años. Recemos por nuestros seminaristas y por quienes están a cargo de su formación. No nos olvidemos de pedir en nuestras comunidades por las vocaciones en la Iglesia y para que la pastoral vocacional sea parte integrante de la vida de nuestras comunidades parroquiales.

Pidamos a María que nos enseñe a escuchar mejor la Palabra de Dios y a los hermanos; que nos ayude a construir hoy el Reino de justicia, de amor y de paz en esta sociedad argentina; que escuche las plegarias que hacemos por los que no han venido y nos pidieron recordarlos, especialmente a los enfermos y mayores.

Abriendo nuestro corazón a todas y todos decimos:

“Que tu manto nos cobije, Virgencita de Luján”

+ Carlos José Tissera
Obispo de Quilmes

El próximo domingo 10 de septiembre la Diócesis de Quilmes peregrinará a Luján, con el lema «Que tu manto nos cobije, Virgencita de Luján», en su 45º edición de esta fiesta diocesana.

A las 10.00 de la mañana celebraremos la Misa en la Plaza Manuel Belgrano (que se encuentra frente a la Basílica). Y a continuación, iremos en procesión al predio de los Maristas para compartir el almuerzo y la fiesta popular (se agradece la colaboración de 400 pesos por el uso del predio). A las 16.00 compartiremos el rezo del rosario y la bendición final. 

El cancionero para la celebración se puede leer y descargar en https://obisquil.org.ar/wp-content/uploads/2023/09/Cancionero_Lujan_2023.pdf

La Misa se transmitirá en vivo por Youtube.com/DiocesisQuilmesOficial

La Diócesis de Quilmes realizará su peregrinación diocesana a Luján el próximo 10 de septiembre con el lema «Que tu manto nos cobije, Virgencita de Luján». Compartimos la carta del Padre Lucio Carvalho Rodrigues, Vicario General de la Diócesis, con las precisiones de la peregrinación para poder comenzar con los preparativos en cada comunidad.

Quilmes, 19 de julio de 2023

Queridos hermanos:

En este 2023, en el que celebramos los cuarenta años de tantos acontecimientos diocesanos, así como también los cuarenta años ininterrumpidos de democracia en nuestra bendita patria argentina, queremos una vez más acercarnos a la casa de nuestra Madre de Luján. Vamos hacia Ella para descansar en su regazo, para agradecerle tantos beneficios concedidos, y para que interceda ante nuestro buen Dios por nuestras necesidades.

Este año vamos por la 45.a peregrinación diocesana a Luján. Será el domingo 10 de septiembre, bajo el lema: Que tu manto nos cobije, Virgencita de Luján.

Como todos los años, la convocatoria es en la plaza frente a la basílica, para celebrar juntos la eucaristía a las diez de la mañana. Después de la misa vamos al recreo de los hermanos maristas para compartir el día, finalizando allí mismo con el rezo del santo rosario a las cuatro de la tarde.

La colaboración que nos piden los maristas este año es de $ 400 por persona. Queremos recordarles que ese dinero que se nos pide es solo por el uso del predio, y no incluye los bancos y mesas, que los llevamos con un grupo de servidores desde la casa “Santo Cura Brochero”, de Bosques, Por eso pedimos que sepamos compartirlos. Nos gustaría contar con más bancos y mesas, pero es lo que podemos llevar. Sí sabemos que, al menos, podemos cubrir las necesidades de las personas mayores, embarazadas o con necesidades especiales, siempre que seamos generosos en el compartir. También alentamos a que las comunidades, en la medida de sus posibilidades, lleven sus propios bancos y mesas, de manera que, entre todos, posibilitemos un mejor servicio.

Alentamos también a que las comunidades puedan preparar algo para compartir desde el escenario: canciones, recitados, música, baile, etc. Que todas se sientan parte en la organización esta gran fiesta diocesana.

Nuestra Madre, la Virgen, nos espera. Hacia Ella vamos para que siga acompañando  nuestro caminar juntos sinodal.

P. Lucio Carvalho Rodrigues
Vicario General
Diócesis de Quilmes

Las Comunidades Eclesiales de Base de la Dióecesis de Quilmes invitan a la celebración por el recuerdo del 43º aniversario de la llegada de la Virgen de Luján a la Rotonda de Pasco -Bernal Oeste-, en 1979, con el lema «Madre, bajo tu manto caminamos por justicia, vida, pan y esperanza», el próximo sábado 29 de octubre.

A las 15.00 se realizará la caminata junto a la Virgen María desde Av. Donado Álvarez y Av. Thomas Flores hasta la rotonda.

A las 17.00 se rezará la Misa en la Rotonda de Pasco.

Con el lema «Con alegría, María, volvemos a tu encuentro», el domingo 30 de octubre se realizará la 34º Bicicleteada a Luján de la Diócesis de Quilmes. A las 06.30 se partirá desde el Cruce Varela.

Para más detalles, información de boletos, comunicarse por Whathsapp al 11 6166-5471 ó al 11 5122-0057. También por https://www.facebook.com/Bicicleteada-a-Lujan-Parroquia-La-Asunción-de-Santa-María-138427136182560/ y por https://instagram.com/bicicleteada_a_lujan?igshid=YmMyMTA2M2Y=

Después de 2 años, se retoma esta actividad con gran alegría. La propuesta es «Marchar juntos, llegar juntos» y pedalear a una velocidad promedio de 20 km x hora. A continuación se comparte el recorrido previsto.

El próximo domingo 09 de octubre el Departamento de Misión de la Diócesis de Quilmes invita a la 3ra peregrinación en auto de la Virgen de Luján con el lema «Con María nos ponemos en camino»

A las 12.00 del mediodía partirá la caravana de vehículos (autos, motoso, bicicletas) desde la Catedral de Quilmes (Mitre, esquina Rivadavia), y se llegará hasta la Capilla Santa Elena en el casco histórico del Parque Pereyra Iraola, donde se rezará la misa a las 18.00

Se propone decorar los autos para acompañar a la Virgen, o acercarse al lugar del inicio de la peregrinación o de la llegada.

HOMILÍA DE LA MISA DE LA 44ª PEREGRINACIÓN DIOCESANA A LUJÁN
Domingo 11 de septiembre de 2022

«Con María nos ponemos en camino»

“Aliviando el dolor de hoy, alimentamos la esperanza”

Hermanas y hermanos:

Qué alegría poder juntarnos nuevamente aquí, para visitar a nuestra querida Madre, la Virgencita de Luján, patrona de la Patria.

El año pasado pudimos venir algunos, y aquí despedimos al Padre Obispo Maxi, quien se iba a hacer cargo de la Diócesis de Avellaneda-Lanús y también celebramos los 45 años de la Diócesis de Quilmes.

Este año, gracias a Dios, podemos venir normalmente. Juntando pesito con pesito, nos hemos organizado para decir PRESENTE en este segundo domingo de septiembre, como desde hace casi 45 años lo hace la Diócesis de Quilmes. Es un legado que nos ha dejado el inolvidable Padre Obispo Jorge Novak, imborrable en nuestro recuerdo agradecido.

“Aliviando el dolor de hoy, alimentamos la esperanza”. Es el lema de la colecta Más por Menos, que lo asumimos todos para rezar juntos por la paz y la justicia en nuestra Argentina.

Aliviando el dolor… Hemos llegado hoy, portando la imagen peregrina de la Virgen de Luján, que el pasado 7 de mayo llevamos desde este Santuario para Quilmes. En la Fiesta de Corpus Christi, empezó a recorrer los tres partidos de la diócesis, empezando por Berazategui. Todos los Obispos de la Región de Buenos Aires hemos hecho lo mismo. La Virgen va visitando a todas las comunidades “aliviando el dolor” por todo este gran Buenos Aires.

Es la Madre que se acerca a sus hijos para consolarlos. Hubo muertes en las familias, también sacerdotes y diáconos; hay hermanas y hermanos que están haciendo sus duelos; muchos estuvieron gravemente enfermos, algunos de ellos cargando aún con las consecuencias de esta peste tremenda que nos azotó.

La situación socioeconómica del país, con altos niveles de pobreza debida a múltiples causas, sigue causando mucho sufrimiento en las familias. Necesitamos encontrarnos para fortalecernos en el caminar, al calor de la ternura de la Madre del Cielo. Ella es consoladora de los afligidos. Por eso es que decimos: “Aliviando el dolor de hoy, alimentamos la esperanza”.

También lo hacemos con esta Colecta Más por Menos que se realiza este fin de semana en todo el país. Queremos colaborar para aliviar tanto dolor, y hacer crecer la esperanza de un país mejor; una Argentina más fraterna y solidaria, con gestos concretos más que con palabras.

El Evangelio que hemos leído también trae alivio a nuestra alma. Contemplamos a Jesús caminando hacia Jerusalén, seguido de grandes multitudes: pobres, enfermos, atormentados por malos espíritus, prostitutas, publicanos, pecadores… los desahuciados o descartados de la sociedad. Esos son los que se acercan a Jesús “para escucharlo”. También hay otro grupo bien definido: los escribas y fariseos. Ellos son los que se acercan a Jesús “para murmurar”. Jesús muestra claramente su opción: “recibe a los pecadores y come con ellos”. Comparte con ellos la intimidad de la mesa. Los pecadores encuentran en él la acogida que la sociedad les niega, y por eso ellos se acercan a escucharlo. Tiene para ellos un mensaje nuevo que les atraviesa su ser; les gana el corazón. Y desde ese lugar, Jesús cuestiona la seguridad, la certeza de los fariseos, piadosos y devotos, cumplidores de la ley; que creen en un Dios que sólo recibe a los perfectos y rechaza a los que no observan la ley.

En ese ambiente, ante esos dos auditorios, bien definidos, con tres parábolas (hoy leímos dos) del capítulo 15 de Lucas, Jesús revela cómo es Dios y cuál es su actitud, llena de misericordia y ternura para con los pecadores.

En esas parábolas nos enseña que Dios tiene la iniciativa; él va “a buscar” la oveja que se perdió. Su amor es totalmente gratuito e inmerecido. Él no abandona a nadie, por más que hayamos tomado caminos muy equivocados. La parábola deja en claro que el hombre que perdió la oveja no pierde tiempo quejándose, lamentándose. Y cuando la encuentra, no hay palabras de reproche. “La carga sobre sus hombros, lleno de alegría”; comparte su alegría con los amigos y vecinos: hay ternura, alegría, fiesta. “Aliviando el dolor de hoy, alimentamos la esperanza”.

Y es clara la enseñanza para los fariseos, para los que “murmuraban” contra Jesús. “Les aseguro, de la misma manera, habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta, que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse”. El cambio de vida, la adhesión al proyecto de Jesús de parte del que se reconoce pecador, es motivo de mayor alegría que la conducta intachable de los cumplidores de la Ley.

Renovados por su amor misericordioso, seguimos el camino con Jesús, acogidos por la comunidad de discípulos perdonados. Experimentando el amor de Aquél que se hizo pobre por nosotros, que se abajó a nuestras pobrezas y miserias, que se arremangó para lavarnos los pies, sintiendo hondamente ese amor gratuito de Dios, podemos también seguir su ejemplo, reconociéndolo vivo en nuestros hermanos necesitados de amor, de ternura, de consuelo y alegría. Así crece la esperanza.

Como seguidores de Jesús, también nosotros lo hacemos presente en nuestras comunidades, en nuestros barrios, lugares de trabajo o de estudio, aliviando tantos dolores y sufrimientos, físicos y espirituales. Todos nosotros tenemos presente la lección que nos han dejado tantas hermanas y hermanos que durante la pandemia fueron buenos samaritanos para los que sufrían tantas necesidades. Servidores de verdad que, aún a riesgo de sus vidas, no bajaron la guardia para aliviar el dolor físico y moral que nos golpeó tan duramente. A ellos, a esas servidoras y servidores de la salud, agentes sanitarios en general, este aplauso agradecido a los pies de la Virgen de Luján.

También para los que se organizaron para que no faltara el pan de cada día en los barrios y comunidades, a todas las voluntarias y voluntarios de comedores, merenderos, hogares y refugios, muchos de ellos jóvenes con el sólo afán de servir, les decimos desde aquí: ¡Gracias! Ustedes han sido la mano fraterna que nos sostuvo en los momentos más duros y oscuros de la pandemia.

Y hoy, también nuestro corazón se expresa en agradecimiento profundo a las y los docentes, en este “Día del Maestro”. En la pandemia fueron una luz en la oscuridad. Cómo se las ingeniaron para estar cerca de sus alumnos, para sostenerlos, escucharlos, estimularlos, acompañarlos, además de compartir conocimiento. “En tiempos en que la sociedad pareciera priorizar el conflicto, volvamos a recordar las reglas de convivencia que aprendimos en la escuela, de nuestros maestros: el respeto por el otro, la posibilidad de diálogo, el valor de la palabra” (Adrián Álvarez; presidente del Consudec)

No menos dolorosa es la pandemia de los intereses oscuros que recurren a las armas para eliminar al otro, como lo vemos tristemente en las guerras que se han desatado en la humanidad, algunas desde hace varios años. ¡Cuánta necedad! ¡Cuánta sangre inocente derramada! Las armas no son el camino; la violencia no es de Dios. Justicia y paz van de la mano. Es lo que pedimos a Dios, a quien llamamos: Padre nuestro. Padre de todos. Por tanto: ¡hermanos todos!

Convocados por el Episcopado Argentino, hoy la Iglesia de Quilmes está presente en Luján para rezar por la paz y la fraternidad entre todos los argentinos. La violencia, física o verbal, no es el camino. Por eso, hemos repudiado el atentado contra la vicepresidenta de la Nación, perpetrado el pasado 1° de septiembre. El camino es el del diálogo sincero y despojado de mezquinos intereses, buscando el bien común de este querido pueblo argentino. Siguen siendo tan actuales los versos del Martín Fierro: “Los hermanos sean unidos porque esa es la ley primera. Tengan unión verdadera en cualquier tiempo que sea, porque si entre ellos pelean, los devoran los de afuera”. En estos momentos de la Patria, vienen al corazón las palabras de Jesús: “Yo los envío como a ovejas en medio de lobos: sean entonces astutos como serpientes y sencillos como palomas” (Mt. 10, 16)

«Con María nos ponemos en camino». La Virgen peregrina seguirá recorriendo los partidos de la Diócesis, mientras transcurre este tiempo sinodal, sintiéndonos en comunión con el Papa Francisco que nos ha convocado al Sínodo universal, precisamente para revitalizar la “sinodalidad” en la Iglesia, algo que tanto soñó y puso en práctica nuestro querido Siervo de Dios, el Padre Obispo Jorge Novak. Una Iglesia que es comunión, participación y misión.

«Con María nos ponemos en camino».

La Virgen de Luján nos dice: Diócesis de Quilmes: ¡Canta y camina!

La Virgen de Luján nos dice al pueblo argentino: Argentina: ¡Canta y camina!

+ Carlos José Tissera
Obispo de Quilmes

La Diócesis de Quilmes se une en oración por sus presbíteros que, junto con el Padre Obispo Carlos José Tissera, participarán de un retiro espiritual en Luján, en la Villa de los Maristas, desde la tarde de este lunes 22 de agosto hasta el viernes 26.

El retiro del presbiterio estará animado por el sacerdote jesuita Oscar Freites.

Rezamos por ellos para que puedan vivir de manera plena estos días de gracias para el bien de todo el Pueblo de Dios.