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El Centro Latinoamericano de Evangelización Social (CLAdeES) invita el próximo jueves 23 de marzo a la presentación del libro «Una Iglesia renovada, una nueva humanidad», de Gustavo Vivona, miembro del Movimiento de la Palabra de Dios, de la Secretaría de Laicos de la Conferencia Episcopal Argentina y de CLAdeES.

El Obispo de Quilmes, Carlos José Tissera, será uno de los invitados que ayudará a profundizar sobre distintos aspectos de la Obra, junto con la Dra. Cecilia Blanco de Di Lascio, miembro del Movimiento de los Focolares, y el Lic. Daniel Martini, perteneciente a la Acción Católica Argentina.

La presentación se realizará en el Teatro Instituto Casa de Jesús, en Av. Corrientes 4471, Ciudad de Buenos Aires, el jueves 23 de marzo a las 18.30 h, con entrada libre y gratuita.

El sábado 25 de marzo, Solemnidad de la Anunciación del Señor, los seminaristas Roberto Amado BarúaGuido Lautaro Belloni y Sergio Adrián Britez recibirán su Ordenación Diaconal por la imposición de manos y la oración del Padre Obispo Carlos José Tissera. La celebración se realizará a las 10 de la mañana en la Catedral de Quilmes (Rivadavia 355, Quilmes Centro) y se transmitirá en vivo por Youtube.com/DiocesisQuilmesOficial.

El lema de ordenación que han elegido estos acólitos es «He aquí la servidora del Señor, hágase en mí según tu Palabra» (Lc. 1, 38)

Rezamos por la preparación de estos hermanos y por las vocaciones.

MENSAJE DE CUARESMA 2023

“Caminemos juntos la Cuaresma”

Hermanas y hermanos:

Comenzamos la Cuaresma en el marco del Camino Sinodal Diocesano, en consonancia con la Iglesia universal. La invitación a la conversión es el colorido especial de este tiempo litúrgico. Haremos el camino de Jesús en el desierto, llevados por el Espíritu, para vivir intensamente la misión.

Todavía están vivas las emocionantes imágenes de los momentos vividos con motivo de la Ordenación del Padre Obispo Eduardo. La alegría que nos causa este regalo de Dios nos anima y nos compromete a todos a la evangelización con los gestos y palabras de Jesús. Su lema episcopal es: “Todos somos compañeros de trabajo de Dios” (1 Cor. 3, 9) Como pastor diocesano le he invitado para que desde ya se una a este mensaje.

La esperanza es la que nos fortalece para caminar, para “seguir andando, nomás” (Angelelli) El camino cuaresmal nos ayudará a alimentar la esperanza en este tiempo tan difícil para la humanidad, para nuestro país.

En camino hacia el Sínodo universal, estamos en la etapa continental, bajo el lema: “Ensancha el espacio de tu carpa” (Is. 54, 2) Vamos todos hacia una Iglesia sinodal misionera. Por eso tenemos esperanza. Porque Jesús camina con nosotros. La Palabra nos anima. El Padre Obispo Novak inició su episcopado con esa frase de San Pablo: “Pobre de mí si no predicara el Evangelio” (1 Cor. 9, 16) Su permanente ejemplo nos acompaña.

“Ensancha el espacio de tu carpa”. La imagen de la carpa es muy apreciada en nuestra diócesis. La carpa misionera nacida de la inspiración del P. Gino. Sabemos que es una imagen bíblica. El texto de Isaías hace referencia a la peregrinación del pueblo de Dios a través del desierto. Es un camino hacia la tierra prometida, lleno de esperanza. Tres son los elementos importantes de una carpa: la lona, las sogas y las estacas. Es una imagen de la Iglesia sinodal. La lona que protege del sol o las lluvias, espacio de vida y convivencia. Debe ensancharse, agrandarse para dar lugar a otros que están afuera, que no han entrado. Las sogas o cuerdas que sostienen, mantienen unidos los paños, son el segundo elemento. Mantienen la tensión para que no se derrumbe y resista a los vientos. Deben alargarse para que se agrande la carpa. Tercer elemento: las estacas; ellas anclan la estructura al suelo y garantizan su solidez, pero que siguen siendo capaces de moverse cuando hay que desmontar la carpa y armarla en otro lugar. La iglesia está llamada a expandirse, pero también a moverse. La solidez está dada por las estacas, los cimientos de la fe que no cambian, pero sí pueden ser trasladados y plantados en un terreno siempre nuevo, para que la carpa pueda acompañar al pueblo en su historia. (Esto está dicho en el documento de esta etapa del Sínodo).

Las tensiones, son propias de estar en una carpa. Para no hundirse la estructura de la carpa debe mantener el equilibrio entre las distintas presiones y tensiones del caminar. Aquí está el aporte y la riqueza del discernimiento. Todos nos llevará a una actitud de humildad y generosidad, para ensanchar la carpa, dar cabida a lo diverso, dispuestos a morir a nosotros mismos, que es la esencial de un caminar pascual. Disposición a configurarnos con Jesús: “Les aseguro que si el grano de trigo que cae en la tierra no muere, queda solo; pero si muere, da mucho fruto” (Jn. 12, 24).

Será necesario no perder la actitud de escucha. No sólo es una etapa del camino sinodal, sino que es una cualidad propia y permanente de la sinodalidad. Escuchar las voces de las comunidades, de los hermanos caminantes; y escuchar la Palabra de Dios. Como decía el beato obispo Angelelli: “Con un oído en el pueblo y el otro en el Evangelio”. Escuchar y discernir, para tomar buenas decisiones que son los pasos que se dan en el andar.

Tres grandes gestos les proponemos para iniciar la Cuaresma. Gestos rumiados y amasados en la oración, la penitencia y las obras de caridad, como nos aconseja la Iglesia.

  • Participar de la Peregrinación Brocheriana, el domingo 12 de marzo, desde la Catedral a la Casa de Encuentros Santo Cura Brochero, en Bosques, Florencio Varela. Tenemos como lema la frase del Santo Cura: “Ave María Purísima. Aquí vengo a darles música”. En ese día nos uniremos a la celebración de los 10 años de pontificado del Papa Francisco.
  • Estar presentes en el Encuentro Diocesano para el Camino Sinodal, evento al que los agentes pastorales y referentes parroquiales no deberían faltar. Es el sábado 18 de marzo, en la Casa de Encuentros Santo Cura Brochero.
  • Colaborar en la Campaña de Fraternidad que comenzará el sábado 18 de marzo. El lema es: “Estaba de paso, y me alojaron”. Lo recaudado será para sostener la Casa “Papa Francisco”. Allí se alojan los familiares que acompañan a los internados en el Hospital El Cruce; la mayoría de origen humilde, venidos del interior.

Caminemos juntos con estas actitudes de Jesús, de la mano de las hermanas y hermanos de nuestras comunidades y de aquellos que, desde el cielo, interceden y nos animan con el ejemplo de sus vidas entregadas en la construcción del Reino.

La Virgen de Luján nos acompañe en estos tiempos de muchas privaciones y pobrezas, y también de búsqueda común de caminos de superación, compromiso y solidaridad.

Con nuestro cariño y bendición, “Caminemos juntos la Cuaresma” .

+ Carlos José Tissera
Obispo de Quilme
s

+ Eduardo Gonzalo Redondo
Obispo Auxiliar de Quilmes

Quilmes, 22 de febrero de 2023.

Catedral de Quilmes – viernes 17 de febrero de 2023

Hermanas y hermanos:

El evangelio proclamado nos presenta a Jesús a orillas del lago, llamando a sus primeros discípulos en el marco de la pesca milagrosa. Texto tan querido para todos nosotros, particularmente los consagrados. Pareciera que la brisa fresca del lago nos abraza en esta tarde y nos llena de profunda alegría y paz, renovando su Palabra que suena clara, profunda, fuerte, a la vez que suave, como prolongándose en nuestro camino discipular: “¡Sígueme!”.

Jesús, el que caminó por la periférica Galilea, es el centro de esta celebración. ¡A Él toda gloria y bendición!

Hace dos años, haciendo nuestro Camino Sinodal Diocesano, les proponía a todos como ícono otra escena junto al lago: “Al desembarcar, Jesús vio una gran muchedumbre y se compadeció de ella, porque eran como ovejas sin pastor, y estuvo enseñándoles largo rato” (Mc. 6, 34)

Así transitamos el doloroso tiempo de la pandemia viral y existencial, que fue sembrando tanta muerte y desolación. Éramos como los pescadores de aquella mañana cargados de cansancio y desilusión, limpiando las redes del desencanto, del trabajo sin fruto. Nuestras comunidades fueron visitadas por la enfermedad y la muerte; la pobreza de medios y la situación social amenazante, nos pusieron a prueba. Como familia diocesana, presbiteral y diaconal, lloramos la muerte de hermanos muy queridos. Los sentimientos de los apóstoles en la orilla del mar, eran los nuestros. Pero Dios nunca abandona. Jesús se acercó como siempre a nuestra orilla, como uno más. Su voz se hizo sentir: “Navega mar adentro”. Como Pedro, pusimos nuestra confianza en la Palabra del Maestro: “si Tú lo dices…”. Las oraciones y celebraciones, hechas de la manera que se podía; el riesgo de arremangarse y ponerse a cocinar, hacer las compras, ir a los hospitales o centros de atención; docentes que acompañaban ingeniosamente a niños y adolescentes; voluntarios que surgían espontáneos. Manos que se unían para socorrer y aliviar en el dolor. La palabra viva del Señor se adueñó de los corazones para hacer frente al mar de lo desconocido y amenazante, sólo guiados por la Palabra salvadora: “ámense unos a otros como yo los he amado” (Jn. 15, 12) “Cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo» (Mt. 225, 40)

Dice el evangelio de hoy: “sacaron tal cantidad de peces, que las redes estaban a punto de romperse. Entonces hicieron señas a los compañeros de la otra barca para que fueran a ayudarlos. Ellos acudieron, y llenaron tanto las dos barcas, que casi se hundían” .

Los discípulos pidieron ayuda a sus compañeros. Recuerdo que el año pasado, reunido con los sacerdotes antes de viajar a Roma y visitar al Papa Francisco, hicimos un discernimiento sobre la situación que vivíamos. Consideramos que era importante que fuera y le contara de nuestras desolaciones y nuestras esperanzas. Así fue. El corazón pastoral del obispo de Roma (que hace once años estuvo en este mismo lugar, al inicio de mi caminar como obispo de Quilmes) recibió mi confesión y mi pedido de luz para el camino. Inmediatamente me dijo: “Tenés que pedir un obispo auxiliar”. Hermanas y hermanos, acá lo tenemos: el Padre Obispo Eduardo Gonzalo. ¡Gracias Papa Francisco! ¡Gracias Señor Jesús, porque seguís invitándonos a navegar mar adentro y a tirar las redes! ¡Gracias, Eduardo, por tu respuesta al llamado!

Este sí lleva consigo una renuncia dolorosa: el desprendimiento de una actividad y un servicio vivido por tantos años en la Hermandad de los Operarios Diocesanos. Es algo que jamás estuvo en tu perspectiva. Pero, el Espíritu que siempre te animó, es el que te llevó a confiar, como lo hizo Pedro… “pero, si Tú lo dices”. Ante la maravilla de la pesca, Pedro experimenta su nada y su pecado: “Aléjate de mí, Señor, porque soy un pecador”. Simón tuvo la audacia de echar las redes al mar fiándose de la palabra del Maestro; luego tuvo que tener la audacia de permanecer en la compañía de Jesús fiándose de su palabra alentadora.

Las palabras del libro del profeta Isaías que vos has elegido, son más que apropiadas: “No temas, porque yo te he redimido, te he llamado por tu nombre, tú me perteneces… Porque yo soy el Señor, tu Dios, el Santo de Israel, tu salvador… Porque tú eres de gran precio a mis ojos, porque eres valioso, y yo te amo” (Is. 43, 1.3.4)

Volviendo al evangelio de Lucas, Jesús le dice a Simón: «No temas, de ahora en adelante serás pescador de hombres» Pescar hombres es una empresa mucho más noble y difícil que pescar peces. Es una misión maravillosa. Vos Eduardo lo has experimentado en tantos destinos pastorales; desde ahora, lo harás con nosotros, en Quilmes. Como lo expresas en tu lema de ordenación episcopal, citando a San Pablo: “Todos somos compañeros de trabajo de Dios” (1 Cor. 3, 9)

Muchas gracias a la Hermandad de los Operarios Diocesanos. Lo hago en la persona del Director General, el P. Florencio Abajo Núñez, que ha querido venir desde España para acompañar a Eduardo y a nuestra Iglesia diocesana. ¡Muchas gracias! ¡Qué desafío también para su pastoreo! No puedo olvidar a algunos de los sacerdotes operarios que he conocido. El Padre Vicente Zueco, tan importante en la pastoral vocacional en nuestro país, y también en la formación de Eduardo. Desde el Cielo nos acompaña. Al P. Arsenio Barrionuevo, que desde Tucumán nos acompaña espiritualmente, con sus 91 años de vida entregada a Dios, importante también en la formación permanente del clero argentino. A vos, querido Padre Lucas Smiriglia, nacido, criado e incardinado en esta Diócesis, y siempre cercano a nosotros. A la Hermandad le confiamos desde este año la formación de los nuevos seminaristas, en la Comunidad de las diócesis de la Patagonia, en Villa Devoto. Querida Hermandad: ¡Muchas gracias! Dios les pague tanta generosidad. Rezamos por sus vocaciones y también para nuestra diócesis. Lo hacemos invocando al Beato Mosén Sol, “el santo apóstol de las vocaciones”, fundador de la Hermandad.

Querido Cardenal Pedro Ricardo Barreto, muchas gracias por estar aquí, acompañando al P. Eduardo y a nosotros. Sabemos que este nombramiento ha significado una renuncia de parte suya y de la Arquidiócesis de Huancayo, en comunión con otras diócesis peruanas, porque el Padre Eduardo ha sido hasta ahora el rector de su Seminario. ¡Muchas gracias también a los sacerdotes peruanos que le acompañan! A ustedes y al pueblo hermano de Perú queremos expresarles nuestra solidaridad en estos momentos de dolor y de incertidumbre que están viviendo.

Gracias hermanos Obispos presentes y a los que no pudieron asistir hoy. Gracias a los co-consagrantes, cercanos al camino vocacional de Eduardo: Mons. Jorge Lozano, Mons. Carlos Sánchez y Mons. Juan Carlos Ares.

Muchas gracias a la querida familia de Eduardo: su hermana Silvia y su esposo Fabián; sus sobrinos Julián y Germán. ¡Ya tienen en Quilmes su casa!

También gracias a todos los sacerdotes, religiosas y religiosos, diáconos, familiares y amigos de Eduardo que han viajado hasta este sur de Buenos Aires. Varios sacerdotes han venido de Brasil para esta celebración ¡Gracias por estar aquí!

A las hermanas y hermanos de otras confesiones cristianas, queridas pastoras y pastores, de corazón les agrademos su presencia.

Agradezco, en nombre de toda la Diócesis, a las autoridades presentes del gobierno nacional, provincial y municipal. Destaco y agradezco la presencia del Intendente de Florencio Varela, Andrés Watson, y demás autoridades de los tres Partidos de nuestra Diócesis.

A ustedes, miembros del Presbiterio de Quilmes, Diáconos Permanentes, Religiosas y Religiosos de la diócesis, miembros de los Institutos de Vida Consagrada, Orden de Vírgenes, seminaristas, y a todas y todos los fieles cristianos de la Diócesis les quiero decir: reciban al Padre Obispo Eduardo con el mismo afecto y confianza que tienen conmigo. Sé que lo harán. Somos una gran familia, sencillos y hospitalarios. Con Eduardo, nos desgastaremos para servirles y acompañarles de la mejor manera. ¡Muchas gracias!

Con el Padre Obispo Luis Stöckler, emérito de Quilmes, y el Padre Obispo Juan Carlos Romanín, emérito de Río Gallegos, que me acompañan siempre, te doy la bienvenida, querido hermano Eduardo, a esta amada Diócesis de Quilmes.

Hace más de 46 años, en este lugar, era ordenado obispo nuestro primer Pastor: el Padre Obispo Jorge Novak. Ese 19 de septiembre de 1976, en este mismo altar pronunció las palabras de San Pablo: “¡Pobre de mí si no predicara el Evangelio!” Su vida y su testimonio, querido Eduardo, te animen cada día. Al decir del Papa Francisco: “Novak es una luz que brilla en el episcopado argentino” Que siempre sea nuestro guía y nos acompañe en el Camino Sinodal de la Iglesia de Quilmes.

María Inmaculada, la tierna Madre de Dios siempre te cuide.

+ Carlos José Tissera
Obispo de Quilmes

El Padre Obispo Carlos José Tissera nombró Rector del Centro de Estudios Filosóficos y Teológicos de Quilmes «Santo Toribio de Mogrovejo» (CEFITEQ) al Presbítero Gustavo Miguel Módica. Asumirá el jueves 09 de marzo a las 19 h en Av. Néstor Kirchener (ex Mitre) 3240, Berazategui.

En otro orden de cosas, el superior provincial de la Congregación Salesiana dispuso que a la comunidad de San Juan Bosco, de la localidad de Don Bosco, se integre el Padre Antonio María Fierens, y a la comunidad de Nuestra Señora de la Guardia de Bernal se sumen el Diácono Ramón Osvaldo Molina y el Hermano Hugo Vera. El Obispo de Quilmes nombrará Párroco de San Juan Bosco al Padre Fierens, y agradece de manera especial al padre Miguel Haag por su servicio generoso en esta porción de la Iglesia, dado que seguirá sirviendo a la congregación en un nuevo destino fuera de esta diócesis.

Además, el provincial de los misioneros redentoristas dispuso que también formen parte de la comunidad de Nuestra Señora de Lourdes de Quilmes Oeste, el Padre Mario Octavio Gómez y el diácono Federico José Romero.

Rezamos por el Padre Gustavo en su nueva misión, por los religiosos que se integran a la Diócesis de Quilmes y por las comunidades que los reciben.

Próximos a celebrar la ordenación episcopal del Padre Eduardo Gonzalo Redondo como Obispo Auxiliar de Quilmes, la Iglesia diocesana que peregrina en Berazategui, Florencio Varela y Quilmes se prepara con gran entusiasmo y alegría.

Detallamos, a continuación, aspectos prácticos para que toda la comunidad diocesana pueda participar de la celebración y festejos:

ORDENACIÓN EPISCOPAL
Será el viernes 17 de febrero a las 19 h en la Catedral de Quilmes (Rivadavia 355, Quilmes Centro). La celebración se hará en el interior del templo y se podrá seguir en vivo a través del canal de Youtube de la diócesis: Youtube.com/DiocesisQuilmesOficial

– Participación del Pueblo de Dios: Toda la gente que quiera participar podrá ingresar al templo y ubicarse en los bancos del pasillo central, luego del noveno banco, y en la columna de asientos que se encuentre del lado derecho (mirando hacia el altar). También podrán ubicarse en el atrio de la Catedral, donde se podrá seguir la celebración a través de la pantalla gigante.

– Obispos, sacerdotes, diáconos, familiares del Padre Eduardo, autoridades y periodistas serán recibidos por personas de la organización que les indicarán los lugares asignados.

FESTEJO DIOCESANO
El ágape fraterno como comunidad diocesana junto con el nuevo obispo auxiliar se llevará adelante el viernes 17 de febrero en el gimnasio del Colegio San José -a 3 cuadras de la Catedral- (Mitre 460, Quilmes Centro), luego de la celebración.
La invitación es abierta a todas las instituciones, grupos y comunidades de la Diócesis de Quilmes.

Hermanas y hermanos:
 
Quiero invitarles a la Misa de Ordenación Episcopal del Padre Eduardo Gonzalo Redondo, obispo auxiliar electo de Quilmes.
 
Con gran alegría hace más de tres meses todos recibimos la noticia del nombramiento del Padre Eduardo como Obispo Auxiliar de nuestra diócesis, y titular de Tingaria. Estoy agradecido al Papa Francisco por esta decisión, respondiendo a mi pedido realizado en mayo del año pasado en la conversación que tuve con él en mi visita al Vaticano.
 
Ya hemos podido compartir con el Padre Obispo electo algunos momentos, no solo de manera virtual, sino también presencial en diciembre y a principios de este año, en respectivos encuentros con sacerdotes y seminaristas. Hemos gustado de su compañía y, a la vez que él pudo ver nuestros rostros concretos y disipar la lógica incertidumbre ante lo desconocido, pudimos encontrar en su persona un corazón disponible al servicio y una gran sencillez en el trato con cada persona. Agradezco a la Hermandad de los Operarios Diocesanos que con generosidad ofrecen al Padre Eduardo para que brinde su total consagración al Señor, ahora como obispo.
 
Ha elegido como lema de su episcopado: “Todos somos compañeros de trabajo de Dios” (1 Cor. 3,9). Es una palabra que nos compromete en nuestro Camino Sinodal, para compartir la vida codo a codo con los hermanos anunciando la alegría del Evangelio.
 
Con estos sentimientos de gratitud y de profunda alegría hago la invitación para su Ordenación Episcopal que será el viernes 17 de febrero de 2023, a las 19 horas, en la Iglesia Catedral de Quilmes. El Padre Eduardo me ha pedido que presida la Misa de Ordenación: le agradezco de corazón. Serán co-consagrantes: Mons. Jorge Eduardo Lozano, arzobispo de San Juan de Cuyo, Mons. Carlos Alberto Sánchez, arzobispo de Tucumán y Mons. Juan Carlos Ares, obispo auxiliar de Buenos Aires.
 
Espero la presencia de ustedes; particularmente invito a participar a todos los miembros del Presbiterio de la Diócesis, a los Diáconos Permanentes, a las Religiosas y Religiosos, a los miembros de Institutos seculares, Orden de Vírgenes, a los miembros de los Movimientos e Instituciones de la Diócesis, personal y alumnos de todas las Comunidades Educativas del Obispado y de las Congregaciones religiosas.
 
Que la Inmaculada Concepción y el Santo Cura Brochero acompañen el ministerio episcopal del Padre Eduardo, y a nuestra Diócesis de Quilmes.
 
¡Hasta el viernes 17, si Dios quiere! Con mi bendición:

Carlos José Tissera
Obispo de Quilmes

Quilmes, 01 de febrero de 2023.

Prot. Nº 09/2023

Cirtular Nº 02/2023

El Padre Obispo Carlos José Tissera comparte con toda la Diócesis de Quilmes las siguientes designaciones que se harán efectivas en los primeros meses de 2023, en días y horarios que se darán a conocer en las próximas semanas

Monseñor Juan Carlos Romanín, salesiano, Obispo Emérito de Río Gallegos, fue designado director pastoral de las parroquias Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa y Asunción de Santa María de Bernal Oeste, pertenecientes al Decanato Quilmes Oeste II

El Presbítero Gustavo Módica será el director pastoral de la parroquia Nuestra Señora de Itatí del Decanato Berazategui.

El Presbítero Martín Lugones fue nombrado director pastoral de las parroquias Madre de Dios y Juan el Precursor, del Decanato Florencio Varela.

Fray Sergio Mendoza fue designado Administrador Parroquial de la parroquia Sagrado Corazón de Jesús del Decanato Quilmes Centro.
 
Pedimos a la Virgen Santa por estos hermanos, sus nuevos servicios pastorales y las comunidades que se les confía para seguir caminando juntos.

Compartimos el video mensaje con el saludo del Padre Obispo Carlos José Tissera, de la Diócesis de Quilmes, y del Padre Eduardo Gonzalo Redondo, Obispo Auxiliar electo de Quilmes.

¡Muy feliz Navidad!

MENSAJE DE NAVIDAD 2022

“No teman, porque les traigo una buena noticia, una gran alegría para todo el pueblo” (Lc. 2, 10)

Hermanas y hermanos:

¡Feliz Navidad!

El anuncio del ángel a los pastores de Belén es una invitación a la alegría. El Mesías anunciado por los profetas ha nacido. Él es el Rey de la paz. Es la manifestación clara del amor de Dios que nunca abandona. El Hijo de Dios, la Palabra que existe desde siempre, se hizo carne, para cumplir una misión: liberarnos del pecado y de la muerte.

La alegría es fruto del amor. “Y esto les servirá de señal: encontrarán a un niño recién nacido envuelto en pañales y acostado en un pesebre” (v. 12) El amor, la ternura que despierta un niño en el corazón humano es el camino que Dios elige para abrazarnos con su perdón. Ese niño es la señal. La señal de que Dios se hace pequeño, el último de todos, para despojarnos de la soberbia, el orgullo, la omnipotencia, el egoísmo, que nos encierran en oscura soledad. Ese niño viene a restablecer la unión del hombre con Dios, viene a realizar la paz por el camino del perdón que nos ofrece. Sabernos perdonados, amados de esa manera tan sencilla y fuerte a la vez, nos libera de toda tristeza, de toda muerte interior, y hace brotar desde lo hondo de nuestro ser la alegría. Esa alegría que no se compra, no se gana, sino que es puro regalo de Dios. Contemplar con los ojos de la fe ese Niño del pesebre es la puerta que se abre para que la luz ilumine nuestra tiniebla. Nuestra vida queda inundada por esa alegría. La paz que irradia ese Niño que duerme plácidamente junto a su Madre, San José y los ocasionales animales que le dan calor de hogar, es el gran regalo.

De esa fuente de amor, que es Dios mismo viviendo con nosotros, nacen muchos bienes. Bienes que no se contabilizan, no se cotizan. Bienes que llenan de vida, de gozo interior, de ganas de vivir. Son los valores que nos humanizan, nos hermanan con los demás, con la naturaleza, con nuestra Casa Común. Desde la humildad del pesebre todos descubrimos que es mucho más lo que nos une que lo que nos separa. Nos viene bien recordar a un santo que por su iniciativa renovó profundamente la vida de la Iglesia, convocando hace ya sesenta años el Concilio Vaticano II, el Papa San Juan XXIII, “Juan el bueno” como lo llamó el pueblo. Dijo en ese tiempo: “La Providencia me tomó de mi pueblo natal y me hizo recorrer los caminos del mundo en Oriente y Occidente junto a gentes de religiones e ideologías distintas, preocupado siempre más de lo que une que de lo que separa y provoca contrastes”. Qué hermosa enseñanza para hoy: preocuparnos más de lo que une que de lo que separa.

En este sentido, la alegría que vivimos los argentinos en esta semana, luego de que el Seleccionado de Fútbol se consagró Campeón del mundo, nos ha demostrado que hay cosas que nos unen, no sólo el deporte, sino el sentido de la fiesta, de la fraternidad, de la solidaridad, de celebrar en familia. Son pequeñas grandes cosas que están vivas, que la ocasión de ganar un campeonato mundial de fútbol hace que florezcan y se expresen. Es más lo que nos une que lo que nos separa. Sabernos parte de un pueblo que espera, que lucha cada día por más dignidad, que soporta pacientemente muchas privaciones e injusticias, pero que no baja los brazos. Ese pueblo supo ver en ese puñado de jóvenes futbolistas, los valores que aprecia: la unidad, el trabajar juntos, la superación de las dificultades, la alegría de la amistad, el amor al deporte, la sencillez, el compañerismo y tantos otros valores apreciados por todos. Saquemos provecho de esta alegría futbolera para nuestra vida cotidiana, para nuestra vida ciudadana, para nuestras instituciones y sus dirigencias, para encontrar juntos mejores caminos de justicia y dignidad para nuestro pueblo.

Próximos a la Navidad y al Nuevo Año que comienza, queremos tener los mismos deseos que el Papa Francisco expresa en su Mensaje para la próxima 56ª-Jornada Mundial de la Paz:

“Estamos llamados a afrontar los retos de nuestro mundo con responsabilidad y compasión. Debemos retomar la cuestión de garantizar la sanidad pública para todos; promover acciones de paz para poner fin a los conflictos y guerras que siguen generando víctimas y pobreza; cuidar de forma conjunta nuestra casa común y aplicar medidas claras y eficaces para hacer frente al cambio climático; luchar contra el virus de la desigualdad y garantizar la alimentación y un trabajo digno para todos, apoyando a quienes ni siquiera tienen un salario mínimo y atraviesan grandes dificultades. El escándalo de los pueblos hambrientos nos duele. Hemos de desarrollar, con políticas adecuadas, la acogida y la integración, especialmente de los migrantes y de los que viven como descartados en nuestras sociedades. Sólo invirtiendo en estas situaciones, con un deseo altruista inspirado por el amor infinito y misericordioso de Dios, podremos construir un mundo nuevo y ayudar a edificar el Reino de Dios, que es un Reino de amor, de justicia y de paz”.

Hermanas y hermanos:

en este Navidad, como Iglesia de Quilmes, nos alegramos por el regalo del nuevo obispo auxiliar, el P. Eduardo Redondo. Ya se ha encontrado con los sacerdotes y está en Argentina, todavía terminando su labor de rector del Seminario de Huancayo, Perú, vía internet. Luego de realizar sus ejercicios espirituales al inicio del año, será ordenado Obispo el viernes 17 de febrero, en la Catedral, a las 19 horas. Recemos por él y su ministerio. Se une a este saludo de Navidad para todos ustedes, familiares y amigos.

¡Feliz Navidad! ¡Feliz Año Nuevo!

+ Carlos José Tissera
Obispo de Quilmes

Quilmes, 21 de diciembre de 2022.